Quito, 27 ago (La Calle).- El exministro de Salud, Mauro Falconí, no comparecerá durante el proceso de juicio político contra Freddy Carrión. En un documento dirigido al presidente de la Comisión de Fiscalización, argumentó ser testigo protegido en el presunto delito de abuso sexual.
“Como es de conocimiento público, me encuentro inmerso en calidad de testigo del delito de abuso sexual que se perpetró en contra de mi pareja sentimental (…) y que en la actualidad se encuentra en un llamamiento a juicio en contra de Fredy Carrión Intriago. En ese sentido, debo manifestar que no puedo comparecer al llamado de la Comisión de Fiscalización”, indica el texto.
Falconí señala también que al tratarse de un delito de caracter reservado, por su naturaleza sexual, afecta directamente la integridad física, psicológica y mental, tanto suya, como de la presunta víctima, que es su pareja.
Sin embargo, en el documento, Falconí detalla lo que presuntamente ocurrió el pasado 17 de mayo. Según argumenta, los hechos de ese día “no constituyeron ningún tipo de fiesta clandestina, como se lo ha hecho parecer ante la faz pública, sino que se trató de una reunión en mi domicilio, al recibir la visita del Señor Carrión”.
Indica, además, que no existió falta al Decreto Ejecutivo 1291 pues dice que ni él ni su exposa incurrieron en actos de movilidad o expendio de bebidas alcohólicas.
También asegura que su actuación no responde a algún tipo de motivación política y que la Fiscalía cuenta con suficientes elementos de convicción para continuar con el proceso judicial.
“Él ha apagado la luz de nuestras vidas y en forma personalísima a mi señora (…) hasta ahora seguimos sufriendo por las declaraciones mal intencionadas, por rumores de conspiración, por mentiras repetidas que con tanta frialdad pretenden disfrazarse de verdad, por videos filtrados que van en contra del derecho que nos asiste a la intimidad”, escribe Falconí
El relato de Falconí
En la misiva Falconí afirma que cuando se dirigió al sanitario, Carrión arremetió contra su pareja.
“Al escuchar sus gritos, respondí a su llamado de auxilio. Ahí encontré a mi señora bajo el dominio del señor Carrión (…) mientras lloraba, con sus últimas fuerzas, tratando de defenderse del ataque”, dice.
Sostiene que estos hechos fueron corroborados por el examen médico legal, así como por otras pericias que se detallan dentro del expediente judicial.
Asimismo, asegura que hubo otro ataque de Carrión hacia su esposa dentro del ascensor. Enfatiza en que actuó “como ser humano y hombre de bien al defender la honra de su pareja sentimental como cualquier ecuatoriano lo haría en defensa de una mujer agredida”.
