Quito, 19 may (La Calle).- La asambleísta Amada Ortiz, quien fue separada del Movimiento Izquierda Democrática, relató a Radio La Calle, que nunca le dieron explicación de su salida.
El partido dispuso su salida intempestivamente ¿Qué explicación le dieron?
No, en ningún momento. De hecho yo estoy tan sorprendida porque estaba interactuando en el chat del bloque. Incluso envié un reconocimiento que me hizo la UTPL y algunos de mis compañeros me felicitaron.
Luego, apareció un archivo, luego la decisión de separarme y luego la eliminación de mi persona del chat. Es todo. Nunca se me llamó, no me dieron el legítimo derecho de defenderme, de conocer absolutamente nada.
¿Por qué piensa usted que la apartan del movimiento? ¿La Izquierda Democrática habla de libertad de pensamiento?
Realmente, lo que se predica de justicia social con libertad, desde el inicio fue más bien una situación de control. Incluso al punto de no permitirnos aceptar entrevistas o ser selectivos en quiénes si podían dar entrevistas. Exigirnos lo que decir y lo que no decir.
En otras ocasiones pude sentir cómo los asesores me trataban peyorativamente, con ciertos epítetos de ser recién llegada, recién aparecida, se apareció la virgencita, cosas así.
Cuando tuvimos la primera sesión se nos extendió un impreso titulado Código de Ética y Disciplina de los Asambleístas de Bloque. En las reglas generales, en el ejercicio de nuestras funciones como asambleístas, en el numeral quinto, supongo que lo corrigieron, se imponía que el equipo de cada asambleísta era puesto por el partido. Ellos nos presentaban una terna.
Respecto de la presentación de proyectos de Ley, los asambleístas tenían que presentarlos a la Izquierda Democrática para ver si calificaban.
Incluso, cuando me pidieron hacer una presentación orgánica yo armé un evento público para presentar el Proyecto de Región Académica con compañeros que asistieron presencial y telemáticamente.
Cuando la prepotencia, el autoritarismo, la actitud violenta de la que yo fui sujeto desde el mismo 11 de febrero que nos llamaron fue tan repetitiva, yo podía tener razones para apartarme. Sin embargo, yo me aferraba a seguir en la ID, a un estatuto progresista, a un partido con un slogan claro y preciso.
Suena bonito ‘justicia social con libertad’, pero ni de justicia, ni social, ni libertad. Lo único que he tenido es violencia política de género en el momento que yo quería participar en las reuniones.
¿Cómo recibió el apoyo del asambleísta Henry Kronfle?
Siento solidaridad. No solo del asambleísta Henry Kronfle que, por cierto, hoy en la mañana fue la primera vez que lo conocí personalmente, si no también de mis propios compañeros por mensaje, llamadas.
También me solicitaron una reunión en un apartado de la Asamblea porque la violencia política de genero es una lucha que no va a terminar, pero debemos estar valientes y frontales para combatirla.
En nuestro noticiero, la asambleísta Johanna Moreira expresó que usted dijo que daría su voto a Salvador Quishpe para la Presidencia de la Asamblea si le daban la Casa Legislativa de Santo Domingo ¿Es cierto? ¿Qué piensa de dichas declaraciones?
No sé por qué lo diría. Pero sí le puedo decir que es totalmente falso. Incluso ella está dos asientos más lejos que yo en el pleno. Me sorprende realmente, yo lo llevo más bien al imaginario. Si por un voto se da una casa legislativa, ¿Cuánto más se dará por un espacio en el CAL?
¿Cómo está la relación con Wilma Andrade, uno de los nombres fuertes de la Izquierda Democrática?
Estuvo dentro de los compañeros que me llamaron a una reunión posterior a la decisión del presidente de la ID. Me expresaron su solidaridad y siempre ha tenido un trato cordial. Además, esta sororidad yo la he expresado hacia ella.
Nunca se les comunicó nada, ni el debido proceso. Entiendo, y en conversaciones que he tenido con ella, que también ha sufrido y ha sido víctima de violencia política de género al interior de su bancada. Es una lucha constante que las mujeres debemos enfrentar valientemente.
¿Debe la ID reflexionar casa adentro sobre sus autoridades?
Lo que puedo decirle es que en mí se practicó violencia política de género y que eso no lo voy a tolerar. Soy una luchadora por los derechos de la mujer y también el señor Herrera se tomó el tiempo de enviar boletines de prensa tratando de tal vez victimizarme en la violencia a la cual el señor Herrera me ha inducido.
Finalmente la asambleísta Ortiz aclaró:
“Guillermo Herrera no tiene potestad alguna dentro de la bancada. Yo firmé el viernes cuando se solicitó formar la bancada de la Izquierda Democrática y quien me llevó la documentación fue el asambleísta Alejandro Jaramillo, co-coordinador de la bancada”.