Quito, 22 de mar (La Calle).-La discusión posterior al debate presidencial será vital para definir un posible ganador de este evento. Para la docente cuencana Caroline Ávila es lógica esa conclusión pues los participantes no mencionaron cómo desarrollar sus propuestas, en caso de alcanzar la Presidencia de la República. “El debate se queda en lo superficial, se buscó señalar defectos del historial de ambos participantes y nada más”.
El sociólogo Marco Paladines aseguró que a pesar de que Lasso repitió muchas veces un mismo hagstag, ninguno de los dos pudo acercarse a los votos que necesitaban. “Es muy difícil saber quién salió fortalecido en cuanto a imagen. Ambos se refirieron a los públicos que ya tenían cautivos”.
Ávila coincidió con otros analistas que consideran que Arauz estuvo mejor al inicio del debate, mientras que Lasso tuvo un destaque al final. “En términos económicos ganó Andrés Arauz, en cambio en el tema educativo ambos bajaron los decibeles. Hubo un abuso de esa estrategia, sinceramente creo que se le fue la mano”.
Hubo también un enfrentamiento de generaciones. Arauz, desde un punto de vista de futuro, de ir al encuentro de la tecnología, mientras que por el lado de Lasso, “puso en escena un hilo discursivo, perteneciente al discurso neoliberal: se buscó apelar un espacio de odio”.
El sociólogo, radicado en Berlín, considera que en el país “se ha sobreestimado la capacidad de los debates en público. La estrategia fue desvirtuar a otros. Los candidatos quieren afincarse en lo que tienen”.