Génesis Gómez, redactora
Quito 2 de feb (La Calle).- Gus estaba solo y arrinconado en un refugio. Alberto lo encontró hace unos años o mejor dicho, fue Gus quien lo encontró a él.
Desde el 2019, el perro apoya a mujeres en casos de violencia. Gracias a la Fundación Acción Rápida No Violenta Contra la Mujer, (ARNUV) más de 10 personas accedieron a este tipo de ayuda ¿En qué consiste esta iniciativa?
“Tengo un Golden Retriever de ocho meses. Le hicieron un test para saber si podía ser adiestrado. Comenzamos con el proceso hace un mes. Es motivante que se adapte. Él no seguía órdenes, ahora lo hace y sigue aprendiendo. Puede, inclusive, identificar circunstancias agresivas y reaccionar ante ellas. La Fundación nos brinda un seguimiento psicológico para manejar la situación”, dice la usuaria Mayra Amaya.
Un proyecto único
Alberto Nuñez, de 43 años y su esposa María Fernanda Sandoval de 40 comenzaron este proyecto en 2019. Con ellos, 14 expertos, entre psicólogos y abogados. se unieron a esta doble causa: evitar la violencia y adoptar perros sin hogar. “Nosotros buscamos que la mujer se empodere desde el primer momento. Es ella quien elige a su mascota”. Alberto explica que, generalmente, los perros grandes y de colores oscuros tienen menos probabilidad de adopción y son justamente los animales que ellos necesitan para este proceso.
“La violencia de género se genera puertas adentro. Es ahí donde el abusador tiene el poder. Nosotros vamos a la casa de la persona afectada para que el perro se adapte al lugar y lo entrenamos. Normalmente, la policía demora 45 minutos en llegar a la casa de la víctima. Ese tiempo trae consecuencias que con la ayuda del perro no sucederían”, aseguró Alberto.
Tocando puertas
La pareja inició este proyecto tocando puertas. Antes de arrancar el plan realizaron un estudio en distintos extractos sociales. Para su sorpresa, la violencia se expresaba más en familias económicamente estables. “Es complicado que las mujeres hablen de violencia. Y precisamente las personas que tienen una posición social no lo dicen por vergüenza o miedo. El proyecto es amigable porque trabajamos con total reserva. Es una medida de prevención para violencia en cualquier caso”, acotó.
Alberto nos muestra cómo actúa Gus en caso de violencia; un perro obediente, que solo responde a mandos en francés e inglés para impedir que el agresor no represente una amenaza a la víctima.
Alberto trabajó en Madrid hace unos años con un proyecto similar. De este lugar, tomó la idea y la mejoró.
Según dice en España no había la cantidad de perros callejeros que se encontraban en el Ecuador. Los animales con los que entrenaba habitaban en espacios reducidos. Eso le llevó a plantearse este proyecto a otro nivel y así fue. El proyecto fue reconocido en un concurso realizado por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas PENUR. De 2.500 ideas, su proyecto quedó en el segundo lugar. “Esto fue una gratificación para nosotros”, aseguró.
Un Gobierno indolente
Alberto trabajó para la Dirección Nacional del ECU 911. En ese cargo comprobó que una cifra representativa de accidentes de tránsito se debía a los perros callejeros. Aun cuando presentó esta idea al Gobierno, no le escucharon.
“Me indigna hablar de este tema”, así dijo Alberto cuando se le ha pregunta si ha recibido ayuda por parte de una entidad del Estado. “Nos respondieron: Muy bonito y todo, pero este proyecto para los ecuatorianos, no. Eso puede funcionar en Europa, pero aquí no”. A su voz se unió su esposa, quien comentó que precisamente estos proyectos son los que permitirían salir al país del subdesarrollo. “El Ecuador está en pañales para el cuidado canino que se gestiona en otros países. ¿Qué clases de representantes tenemos?”, lamentó.
Otros lugares por explorar
De acuerdo a las declaraciones de la pareja, el camino hasta este punto ha sido costoso, pero aún mantienen la esperanza de llevarlo a otras fronteras. “Buscamos ayuda de empresas públicas y privadas para que podamos llegar a más mujeres. Hemos logrado un convenio con la Universidad de Israel pues queremos iniciar este proyecto en otros lugares”, afirmó.
Si necesitas contactarte con esta Fundación puedes asesorarte en su página de Facebook: ARNUV Acción Rápida NO Violencia o al número de contacto: 098 368 5663