Quito, 16 feb (La Calle).- Rusia levantó el veto a las cinco empresas bananeras ecuatorianas, así lo informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador. Las exportaciones deberán tener una supervisión constante.
«Esta es la muestra clara del diálogo que debe existir en cualquier momento entre dos países que se han empeñado en trabajar juntos», dijo Juan Holguín, embajador de la Ecuador en la Federación rusa.
De la misma manera, la ministra de Producción, Sonsoles García, agradeció el trabajo técnico que realizó Agrocalidad, el Ministerio de Agricultura y el embajador en ese país. Comentó que se mantiene un diálogo directo para garantizar un comercio fluido con Rusia.
El inicio de la debacle
El 3 de febrero de 2024, el Servicio Federal de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria de Rusia expresó su preocupación por la supuesta presencia de moscas jorobadas en cargamentos de bananas ecuatorianas. Además, instó a Ecuador a tomar medidas correctivas inmediatas para abordar esta plaga.
Las cinco empresas afectadas eran: Agzulasa, Don Carlos Fruit, Agroaereo Fruit Export, la Asociación de Producción Agropecuaria del Oro y la Comercializadora de Banano del Sur. Las autoridades rusas advirtieron que si Ecuador no toma medidas al respecto se verán obligadas a aplicar otras medidas.
Aún hay un tema pendiente
Un día después de las restricciones al banano, Rusia anunció su preocupación por la calidad fitosanitaria de las flores ecuatorianas. Según las autoridades extrajeras, habrían detectado una plaga que afecta a diversas especies de plantas.
La entidad Rosselkhoznadzor solicitó la suspensión de la certificación de claveles ecuatorianos, días antes de San Valentín y el Día de la Mujer en el mercado ruso. Pese a que Ecuador seguirá enviado banano a Rusia, el tema de las rosas aún no se ha solucionado y los primeros estragos empiezan a sentirse.
Los productores de claveles de Cotopaxi denunciaron que no lograron vender sus tallos al país europeo por el impasse diplomático entre ambos países. Además, advirtieron que este problema dejaría a más de 5 mil personas desempleadas.
«Gobierno, amigo, queremos una solución«, es la petición que claman los productores para que su trabajo no quede en el olvido.