Quito, 30 may (La Calle).- Con el paso del tiempo, el comunicador Alexis Moncayo ha identificado de mejor forma las razones de su salida de los medios públicos (Ecuador TV). “Querían desde hace mucho que renunciara a una radio privada en la que laboraba y que, únicamente, trabajara para los medios públicos. Consulté hasta con abogados de Fundamedios y me dijeron que no me podían exigir nada”.
Moncayo no era el único en trabajar en otros medios, basta mencionar los casos de David Lucero y Andrés Guschumer, conocidos periodistas deportivos que laboraban en otros medios de comunicación además de Ecuador Tv.
El problema a decir del propio Moncayo, era que el noticiero radial tenía un impacto mayor que los medios públicos. “Mis días en los medios públicos estaban contados. Sin embargo, no me despedían justamente por mi presencia en ese otro medio de comunicación y por la cantidad de seguidores que tenían en redes sociales”.
Finalmente, después de una serie de discrepancias con la gerente de medios públicos, lo despidieron un 8 de agosto de 2018: día de su cumpleaños. “Desde ese entonces a la fecha no he cobrado mi liquidación. Otros compañeros y compañeras que fueron despedidos ya han cobrado; yo no. He presentado todos los papeles pero hasta el momento ni un centavo”.
Alexis Moncayo estuvo en medios públicos entre 2013 y 2019. En esos seis años, la administración de Ecuador TV pasó del gobierno de Rafael Correa al de Lenín Moreno. ¿Cuál sería la diferencia? “En el gobierno de Rafael Correa nunca tuve una censura. Hice respetar mi objeción de conciencia. En algún momento me pidieron hacer algunos temas en contra de la gente de la oposición mientras era periodista de la Asamblea. Me negué: debía cuidar mis fuentes y lo respetaron”.
Tras a este hecho, Alexis Moncayo tuvo un cruce de opiniones con el secretario de Presidencia Juan Sebastián Roldán en un noticiero radial y como consecuencia debió también dejar ese espacio. Pero volviendo a los medios públicos, Moncayo afirma que “trabajó con muchos productores como Rodolfo Muñoz y Carlos Rabascall y siempre tuvieron una visión plural. Invitaron a María Paula Romo, a Diego Salgado, en fin, eso fue hasta que llegó Andrés Michelena”.
Al parecer toda objeción de conciencia es tomada como un síntoma de “correísmo”, al punto que se tomaron capturas de los tuits de Alexis Moncayo con el fin de denostarlo frente a sus jefes.
En la actualidad, la situación no ha cambiado. Un periodista que solicitó la reserva de un medio estatal, aseguró que todo se analiza bajo un esquema maniqueo. “Si estás en desacuerdo con un enfoque eres correísta, con un título: eres correísta, si no haces la nota como te piden: eres correísta. No existen puntos medios”.
La persecución ha generado despidos, comentarios denigrantes al interior de redacciones, quejas que se envían por el sistema quipux, cambios de sección arbitrarios, falta de recursos para movilización y denuncias por acoso laboral que se ventilan ya en juzgados.