Por: Sebastián Tamayo Villarroel / @tamayo95se
A una semana de efectuarse las elecciones en Ecuador, existe una pugna pujante por el segundo puesto entre Lasso y Pérez. Resulta curioso que Yaku rechazó el apoyo, que días atrás había hecho público el líder de Creo. Sin embargo, hace un par de años, con plena tranquilidad Pérez pactó con Lasso y Moreno sin vergüenza alguna.
Decidieron hacer una puesta en escena para pedir el reconteo de votos pues el propio Pérez, duda de la cuota Trujillista, que coptó el CNE. En lo absoluto cabe descutir sobre la falta de institucionalidad del sector público pero Pérez tiene sus panas, por ejemplo Diana Atamaint y el Contralor Celi. Esto solo es el reflejo del cogobierno que instauraron los ponchos dorados mediante Trujillo.
Retomando la puesta en escena del CNE, motivada por Pérez, a la que acudió Lasso, quedó absolutamente claro el objetivo: dilucidar quién de los dos es más correísta. De allí, una suerte de dimes y diretes ocupó varias horas, con un coqueteo insostenible, a tal punto que aplicaron la «vieja confiable de Lenín Moreno»: culpar a Correa.
En definitiva, la conclusión de todo fue legitimarse aprovechando el ardor de la coyuntura. Luego de el reconteo, no será extraño que Pérez vuelva a pactar con Lasso, y todos veremos públicamente, como fue un gasto vano de recursos y tiempo.