Quito, 30 dic (La Calle). – Desde el 1 de enero al 30 de septiembre se registraron 13 muertes de niñas y adolescentes durante el embarazo, parto o post parto, según datos del Ministerio de Salud Pública.
En Ecuador, el aborto no está legalizado. Sin embargo, el Código Orgánico Integral Penal (COIP) determina dos causales en las que no es penalizado:
- Si se ha practicado para evitar un peligro para la vida o salud de la mujer embarazada y si este peligro no puede ser evitado por otros medios.
- Si el embarazo es consecuencia de una violación en una mujer que padezca de discapacidad mental.
Las mujeres en Ecuador todavía no pueden decidir de forma libre, legal y gratuita sobre la interrupción de un embarazo. El debate de este tema de salud pública se debate entre las bancadas del Legislativo y la acción del Ejecutivo.
Ausencia de un proyecto unificado
Vanessa Bonilla, miembro de Ruda, colectiva feminista, asegura que en Ecuador «hace falta un proyecto macro que articule el tema del aborto, ya que existen iniciativas pequeñas».
En Argentina, el proyecto de ley se presentó ocho veces, mientras que, en Ecuador no pasó de dos, en las que solo se llegó hasta el debate de despenalización en caso de violación.
«Es importante entender que es una decisión de las mujeres decidir sobre su cuerpo más allá de la religión porque vivimos en un Estado laico. Hay intenciones, pero dentro de los mismo asambleístas hay dependencias de los partidos políticos y la iglesia. Como mujeres pedimos autonomía», asegura Bonilla.
Ausencia de voluntad política
Ana Vera, dircetora de Sukuna, asegura que en Ecuador hace falta voluntad política y compromiso con la vida. «Hay que comenzar a legislar desde una postura realmente democrática y pluralista que garantice leyes plurales para todas las personas», dijo a Radio La Calle.
Vera explica que este es un problema que se origina porque el sistema sociocultural no nos considera personas a las mujeres, sino «que nos considera como instrumentos de reproducción».
La experta dice que es necesario que existan una visión pluralista donde las leyes garanticen derechos para todas las personas, no solamente para los grupos políticos con poder.
«Los andariveles»
La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, aseguró que el logro de Argentina es un precedente para América Latina. “Lastimosamente las mujeres en Ecuador no podemos decidir de forma voluntaria la interrupción de un embarazo”, dijo a Radio La Calle.
Pabón afirma que existen varios «andariveles» que se deben “complementar”. Una es la sociedad civil, con las organizaciones feministas; otra es la legislación desde una postura laica “independientemente de las creencias religiosas o espirituales”. Finalmente, la Prefecta habla de “voluntad política para asumir un tema que genera controversias pero es una realidad que afecta sobre todo a las mujeres pobres del país”.
Pabón aseguró que Ecuador no tiene presupuesto para políticas sanitarias que atribuyan a la erradicación del embarazo adolescente. “Tenemos una dificultad frente a la legislación y otra permanente en el sistema de salud pública que no está pensando en las mujeres”, finalizó.
La sociedad ecuatoriana conoce parte de esos andariveles. Hace siete años, el expresidente Rafael Correa advirtió con «renunciar» a la presidencia de la República del Ecuador si su bancada en el Legislativo aprobaba la despenalización del aborto.
En ese momento, quienes estuvieron a favor de la Ley fueron Paola Pabón, Gina Godoy y Soledad Buendía. Vanesa Bonilla asegura que «para nosotros eso fue, una vez más, un problema solo político, donde no tuvimos representación de mujeres con independencia de decisión que no responda a intereses políticos».
Las activistas feministas que hablaron para Radio La Calle aseguran que la victoria de Argentina es un hecho que genera precedentes para América Latina. Sin embargo, hace falta un verdadero debate democrático fuera de los interéses políticos.