Quito, 31 may (La Calle).- La Coorporación Electrica del Ecuador (Celec) tiene un plan de contingencia en caso de que el avance de la erosión en el río Coca detenga las operaciones en la planta hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. El plan consiste en aumentar el trabajo de las centrales térmicas y disminuir el rol de las hidroeléctricas.
El gerente de Celec, Gonzalo Uquillas, indicó que para el 2022, las centrales térmicas: Trinitaria, TermoEsmeraldas I y II, Santa Elena y Jaramijó estarán en funcionamiento. Este tipo de generadoras funcionan con diésel, gas natural y fuel oil. A la par, entrarán en operación dos unidades del proyecto Toachi Pilatón.
“Todas estas acciones permitirán que el país esté totalmente respaldado en términos energéticos, para minimizar una eventual indisponibilidad de la Coca-Codo Sinclair”, agregó Uquillas.
Costos y contaminación
La implementación de centrales térmicas significará costos tanto en la producción como en el costo final al usuario. Durante el período 2007-2017, el Gobierno empezó un plan de ejecución del plantas hidroeléctricas que, no solo contaminan menos, sino que permiten generación menos costosa. La generación térmica está entre USD 0,10 y 0,12 por kilovatio hora y la hídrica, en USD 0,04. Con el aumento del precio, sería imposible la exportación de energía a Colombia y Perú.
Erosión sin control
En caso del avance de la erosión del Coca, los estudios de Celec recomiendan la construcción de 14 «pantallas», a modo de barricada. El costo superaría los USD 120 millones. La colocación y puesta en ejecución se daría en dos años a partir de ahora. Esta solución necesita la aprobación del Directorio del CENEL para empezar la construcción, sin embargo, no se han reunido los miembros del Directorio, pues no se ha nombrado ministro de Energía y Recursos no Renovables. Se espera que esta semana el presidente Guillermo Lasso nombre al nuevo ministro tras la declinación de Roberto Salas.