«Vuelo: American Airlines AA 2162» | Opinión

Por: Alexis Ponce, defensor de Derechos Humanos

Quito, 18 ago (La Calle). – «Saliendo de Quito con destino a Miami este 18 de agosto a las 14:00».

Así difundieron redes y medios la huida final. Escapó Lenin Moreno. Aunque ha dejado una carta a la señora Guadalupe Llori de Pachakutik y presidenta del Legislativo citando que solo se va por tres meses, «a conocer a mi nietito», y que dictará clases (¿de chistes crueles o de cómo repartir hospitales y carnets del Conadis?) en una universidad de Miami.

¿Alguien recuerda su «palabra de honor» de que se quedaría ‘para enfrentar al correísmo’? Muy raro que se vaya justo un día después de que su fatídico contralor, Pablo Celi, hombre de confianza de sus asesores en la sombra, fuera censurado por la Asamblea Legislativa, y así Moreno no tendría un incondicional en uno de los puestos clave del sistema de justicia a domicilio y cubrimiento de espaldas a tanta Cosa Nostra.

La Fiscal Salazar y el Presidente Lasso: ¿no fueron informados por Inteligencia Policial previamente de esta crónica de una salida anunciada? ¿trato hecho previamente? Si a Zevallos sus abogados le alertaron antes que no se le podría garantizar más tiempo impune, ¿qué le dijeron a Moreno sus abogados y asesores en la sombra? La Fiscal tenía desde hace meses dos solicitudes judiciales para impedir la salida de Moreno del país. La una de la Defensoría del Pueblo y la otra del abogado particular y constitucionalista Dr. Santiago Machuca.

Moreno se va con tres Graves Delitos de Lesa Humanidad a la espalda. Y él lo sabe: 1) las decenas de ojos reventados en octubre del 2019, que en cualquier país civilizado tarde o temprano tendría que rendir cuentas de lesa humanidad; los casi 50 mil muertos (entre ellos los «inusuales») en la pandemia por su inoperancia entre marzo de 2020 y mayo de 2021; y los asesinados de Bolivia donde él y su ministra de policía (ya en los EEUU hace fú con la mirada ladeada del actual régimen) están involucrados, como Macri, en la letal entrega de armas para la sangrienta represión de la dictadura de Áñez al costo de centenares de muertos. Eso es un gravísimo delito y él lo sabe. Aunque el Ecuador, cínico de tanto cinismo regado desde arriba hacia el abajo, ni se mosquea, ni pide perdón a Bolivia, ni abre un proceso fiscal.

En el Ecuador y sus instituciones tan degeneradas, no confío. Ojalá Bolivia logre entablar el proceso y lo condene por el grave crimen cometido y delito extraterritorial; pues en la aldea ecuatorial, el gobierno, la big prensa y las redes callaron ante el tema Bolivia, como callaron antes sobre «la cárcel en el mar» o Guantánamo marítimo durante el 2017 y 2018.

Espero que de Moreno un día lejano, espero no haber muerto todavía, se conozcan sus órdenes en estos tres delitos de lesa humanidad que se lo enrostré públicamente cuando aún era presidente. Ojalá el presidente Lasso no le haga caso al General Fuel jefe del Ejército y no borre de la Constitución y las leyes nacionales, las sanciones severas (30 años de prisión) por crímenes de lesa humanidad, que como Moreno y sus asesores en la sombra lo saben, son Delitos Imprescriptibles en el tiempo.

Moreno fue el dinamizador de una plataforma de derechas pero también de extrema derecha, junto con sus asesores públicos y en la sombra.

(Al margen: ¿alguien sabe por qué Villavivencio y todas las plataformas digitales de prensa no dicen aún ni pío sobre el subcapítulo Ecuador – Citizen Go, de la reciente denuncia de 17 mil documentos publicados por Wikileaks?).

Un día deberá contarse cómo el histórico «MIR» y su viejo ex-dirigente Gustavo Larrea, devenido en pragmática ficha de la Real Politik a la sombra, sirvió de plataforma vergonzosa para encaramar a un tipo así en el poder. Y la parte de responsabilidad que tienen PAIS y el Correísmo, hasta el 24 de mayo del 2017.

Paulo Abreu, de la CIDH, y Bolivian son mis únicas esperanzas, no el Ecuador ni sus legisladores e instituciones, de que este señor pague caro por esos tres delitos, uno de ellos -el cometido en el infame manejo de la pandemia-, me concierne directamente como directo testimonio: la muerte de tantos familiares y amigos en pandemia siendo jubilados y grupos vulnerables porque no recibieron la vacuna, porque no fueron VIP, a pesar de haberse registrado para ello.

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