Quito, 15 jun (La Calle). – La vocería en un gobierno, especialmente en tiempos de crisis debe ser un tema con coherencia y analizado con pinzas ya que cualquier error cambia las reacciones de la opinión pública. Así lo analiza la comunicadora y experta en comunicación política, Caroline Ávila.
“El púlpito presidencial, por así decirlo, siempre es un espacio de última instancia, en el sentido de que, cualquier cosa que diga el presidente se vuelve tema. Creo que la estrategia que están planteando es, desde la vocería, no darle a esta problemática una condición de mayor exposición y agenda. Los hechos, en cambio, dan cuenta de un error claro de estrategia que es darle gasolina a un evento que no crecía con fuerza”, dijo a Radio La Calle.
Este evento es la captura de Leonidas Iza. “Vuelve el presidente a manifestarse desde un punto donde no quieren dar demasiada relevancia a las movilizaciones para que se vaya acabando, pero lo que hacen con Iza contradice la perspectiva de vocería gubernamental”.
¿Cuándo debe hablar un presidente? Para la experta, ese momento es cuando la crisis que se vive requiere la voz presidencial. “Si es lunes, las cosas estaban tranquilas. El presidente grabó un video el domingo noche donde colocó un encuadre. Para este miércoles, lo que creo corresponde es dar una respuesta al tema de Leonidas Iza porque hubo una mayor fuerza en particular”.
Una estrategia ambigua
Es posible que el equipo de comunicación evalúe un pronunciamiento. Para la experta es importante que “lo que se habla no se contradiga con las acciones. Porque eso es justamente lo que sucedió. Hablaron en el sentido que no podemos parar, pero podemos dialogar. Sin embargo, deciden poner en prisión a Iza. Eso no es un diálogo”.
Para Ávila, las flaquezas de la comunicación gubernamental radican en el discurso y la gestión política. “No puedes hablar de dialogo y poner entre rejas al principal líder. Incluso personas que no tuvieron tanta fuerza empiezan a hablar. A Yaku Pérez nadie le paraba bola y ahora lo invitan a los medios. Si hoy el presidente se manifiesta, vuelve el tema Iza y las movilizaciones un tema importante para el país”.
La vocería debe estar acompañada por la investigación. No obstante, hay que tener cuidado en elegir a dichos voceros. “El domingo ya había un encuadre negativo respecto a la manifestación. Anticipar el vandalismo genera en la gente que está a favor una mayor polarización. Los discursos que anticipan esto pueden ser eficientes o no. Depende del ánimo de la gente”.
“Para el marte estaba más suave. El tener, ahora, esta reagrupación y a Iza como víctima reaviva los ánimos. No justifica la actitud, el discurso del diálogo. Por otro lado, poner a Carrillo, un símbolo de la agresión de octubre de 2019 es una provocación. Entiendo que el Gobierno quería dar un mensaje claro a los indígenas: pórtate mal y te suelto a Carrillo, más o menos. Les ha dado más plataforma a los indígenas para manifestarse. Existe una polarización que afecta al Gobierno del encuentro”. MIB