Quito, 05 nov (La Calle).- El activista social Virgilio Hernández se muestra preocupado y con pocas expectativas de que la justicia brille esta tarde, cuando comparecerá ante la Corte Provincial de Pichincha, en la que tendrá lugar la audiencia de vinculación por presunta rebelión en los días en que el movimiento indígena llegó a Quito para rechazar el paquetazo del presidente Lenín Moreno.
“(Tengo) mucha preocupación, tengo sobre mí muchas presiones de mi familia, mis compañeros y amigos pidiéndome que no me presente, que no hay garantías… cuando oyen que a Paola (Pabón) y Christian (González), por rebelión y movimiento armado, eso genera preocupación y, por lo tanto, esto hace sea difícil de llevar no solo porque podrían privarme de mi libertad sino por cómo eso afecta a la gente que uno ama, a mis hijos, a mis padres”, dijo el ex asambleísta en entrevista con Radio La Calle.
Al tomar esta decisión, asegura que una de sus intenciones es mostrar que los ciudadanos que han adherido al Correísmo tienen familias, pero, además, hace una crítica a su propio movimiento. “(Quiero) que mis compañeros de la Revolución Ciudadana puedan asumir que no todas las personas que nos critican, que no están de acuerdo con nosotros, son traidores, son lentejeros (…) quiero enfrentar este proceso como un rebelde, lo que no significa que he cometido el delito de rebelión”, agregó Hernández.
Mi arma es la Constitución
“No tengo otras armas que no sean la Constitución, la Ley y mis convicciones profundas de que no he cometido este delito de rebelión en el que estoy vinculado. He hablado con mis hijos y me transmitieron el saludo de mis padres. En mi condición de padre y de hijo me estremece. Este dolor y esta tristeza me estremecen como ser humano”, concluyó.
El pasado 28 de octubre la Fiscalía vinculó a Virgilio Hernández al proceso judicial por presunta rebelión durante las manifestaciones en contra de las medidas económicas. En este proceso está vinculada también la prefecta de Pichincha, Paola Pabón.
SAM