Quito, 6 dic (La Calle).- La vicepresidenta Verónica Abad se reunió con el embajador de Israel en Ecuador, Tzach Sarid, para ultimar los detalles de su viaje a Oriente Medio. El presidente Daniel Noboa designó a la segunda mandataria como embajadora por la paz en el conflicto entre Israel y Palestina.
Abad, en su cuenta de X, mencionó que este proceso sería un “ejemplo de cooperación internacional por la paz”. Aludió que este es el primer paso para fortalecer las relaciones entre ambos países. La vicepresidenta deberá estar en Tel Aviv el 10 de diciembre de 2023, así lo dispuso el presidente a través de un decreto.
Antes de aceptar esta nueva designación, Abad indicó que esta decisión se debería a que el presidente “la quiere lejos”, incluso denunció que esto se trataría de un tipo de “violencia política y de género”.
Además, envió una serie de documentos a los ministerios de Gobierno, Interior, Trabajo y Cancillería con “algunas peticiones” que tenían que ser solventadas antes de su partida. Una de ellas, era la homologación del salario de servicio público a los del servicio exterior.
No obstante, antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) oficializara los resultados de las elecciones anticipadas, el país ya percibía un distanciamiento entre el binomio. De la misma manera, algunos integrantes del gabinete aseguraron que varias declaraciones y posturas de la vicepresidenta no caminan de la mano con el proyecto de Noboa.
¿Cómo queda su salario?
De acuerdo con la reciente nómina que consta en la sección transparencia de la Vicepresidencia de la República, el sueldo que percibe el vicepresidente (en ese mes todavía estaba en funciones Alfredo Borrero) era de USD 4.869.
Sin embargo, el ministro de la misión diplomática en Israel tuvo -hasta la salida de Lasso- percibió un salario de USD 2.967 y los ingresos adicionales llegaban a USD 6.996. Es decir, un total de USD 9.963.
Si las cifras no cambian y los acontecimientos se mantienen, Abad estaría percibiendo un salario similar al del exembajador. No obstante, la última palabra la tiene Cancillería.