Quito 06 jun. (La Calle).-El mandato de Donald Trump como 45° presidente de Estados Unidos está próximo a culminar, en medio de una crisis social agravada por la pandemia del COVID-19. En ese contexto, y a falta de de cinco meses para las elecciones presidenciales, la Unión Europea (UE) y sus líderes, están decididos a no malgastar capital político en entenderse con el líder estadounidense el resto de su período de gobierno.
«Los gobiernos europeos están cada vez más consternados por la conducta caótica de Trump. Y no sólo en la política exterior sino también durante una pandemia en medio de una crisis económica de alcance histórico con protestas en todo el país», argumentó Constanze Stelzenmueller, analista senior de Brookings Institute, en declaraciones recogidas por Diario El País.
Recientemente, Trump amenazó con represalias comerciales contra EU y China tras los aranceles exigidos por ambos a las importaciones de langosta estadounidense. «Si no cambian, aplicaremos un arancel a sus automóviles» advirtió Trump.
La situación ha provocado un distanciamiento entre la UE y EE UU. Que se evidencia, por ejemplo, en la negativa de la canciller alemana, Angela Merkel, de asistir a la cumbre del G-7, a realizarse en Washington.
Por ahora, el organismo europeo está dispuesto a una revisión de relaciones con el país norteamericano, solamente después de noviembre, cuando se haya definido la presidencia entre Trump o, el ahora candidato demócrata, Joe Biden.