Trabajadores informales: una lucha entre el hambre y la ausencia del Estado

Quito, 06 ago (La Calle).- El pasado jueves, un operativo de la Policía Nacional y el Municipio de Guayaquil desalojó a los trabajadores autónomos del sector de La Bahía. Según, la alcaldía, esto es parte de un programa de recuperación de los espacios públicos de la ciudad.

En este operativo, participaron alrededor de 800 funcionarios de la fuerza pública, y decomisaron lonas, maniquíes, sillas, bancos y mercadería diversa.

Según el director de Aseo del Municipio, Gustavo Zúñiga, en este sector están formalizados 4.300 comerciantes, quienes tienen derecho legítimo al espacio. Mientras que los comerciantes informales, usan las áreas públicas perjudicando a los negocios formales.

Los afectados han pedido que no se criminalice el trabajo informal, pues son muchas las personas que buscan el sustento y el alimento para sus familias, día a día. Asimismo, han indicado que no existen plazas de trabajo, y que por ello ha aumentado también la delincuencia.

De igual forma expresaron que no le hacen daño a nadie, que la informalidad es la única forma que tienen para llevar un pan, de una manera honrada, a sus hogares, porque el gobierno no les brinda apoyo.

La situación es igual en varias ciudades del país. En Quito, por ejemplo, con la crisis sanitaria y económica ocasionada por la COVID-19, el trabajo informal se incrementó considerablemente, especialmente en las parroquias populares de Chillogallo, Comité del Pueblo, Chiriyacu y el Centro Histórico.

Según la Confederación de Comerciantes Minoristas y Trabajadores Autónomos, antes de la emergencia sanitaria había 45.000 vendedores en espacios fijos y semifijos en de la ciudad. Ahora, debido a la crisis económica, existen más de 65.000 sin contar con los que no están registrados.

De acuerdo al último reporte del INEC, a nivel nacional el 48,6% de la población económicamente activa se encuentra en la informalidad.

¿Política pública para el empleo?

En 2020 cuando iniciaba la campaña hacia la presidencia del Ecuador, Lasso anunció que, de ganar las elecciones, trabajaría para generar dos millones de empleos. Asimismo, prometió generar un marco regulatorio que se ajuste a las necesidades del país, respetando los derechos laborales.

Propuso también la Ley de Oportunidades Laborales para incluir a los jóvenes y grupos vulnerables en el mercado laboral, así como generar incentivos a los empleadores por contratar a estos grupos. También ofreció crear un seguro de desempleo más ágil.

Hace pocos días, el primer mandatario presentó el programa Encontrémonos por el emprendimiento. Ahí señaló que disminuirán los trámites para emprender y constituir compañías; eliminarán impuestos; y establecerán alianzas estratégicas entre el sector público y privado.

Asimismo, habló de un Capital Semilla para nuevos emprendimientos. Dijo que habrá más empleo y producción, sin embargo, no puntualizó como lo harán ni presentó una política laboral concreta.

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