Quito, 11 ene (La Calle).- El Tratado de Libre Comercio con China sigue en las manos de los 137 legisladores de la Asamblea, quienes deberán tomar la decisión final. Aún no se define la fecha para el segundo debate.
El tratado fue impulsado por el expresidente de la República, Guillermo Lasso, en mayo del 2023. Sin embargo, no logró concretarlo durante su estancia en el poder. Tras su aprobación en la Corte Constitucional (CC), el documento del TLC fue enviado a la Asamblea Nacional el 22 de noviembre del año pasado para su posterior análisis.
El presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales, Jonathan Parra, resaltó que este sería el primer tratado que el Ecuador firmaría con un país asiático.
Agregó que la aprobación de esta iniciativa traerá un incremento de USD 3 mil millones a las exportaciones ”plata que ahora necesitamos y no tenemos, ya sabemos porqué”, dijo en su intervención. Destacó que en China hay un mercado de 1.400 millones de personas a quienes el país puede venderles productos con ventajas que no tienen otro países
Daños ambientales y críticas
De acuerdo a la crítica de la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos, este tratado enriquecerá a los grandes grupos de poder económico, especialmente a la agroidustria exportadora. En este sentido, los campesinos y pequeños emprendimientos serían los principales afectados.
No obstante la preocupación más grande, es la afectación ambiental. Parte del trato sería convertir a Ecuador en un “basurero”, pues el país recibirá toda clase de desechos por cinco años, entre ellos residuos químicos y farmacéuticos.
“La gente que negocia por parte de Ecuador es gente que no ama a su país”, dijo la asambleísta Esther Cuesta.
En términos ambientales, el TLC violaría el Convenio de Basilea y sus enmiendas, comprometiendo a Ecuador a cesar el comercio transfronterizo de desechos. El pasado noviembre del 2023 movimientos ecologistas presentaron un recurso de amicus curiae para frenar este acuerdos.
También se destacó que el acuerdo abriría las puertas a las semillas transgénicas y agrovenenos, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria, el patrimonio genético, los derechos de los pueblos y la naturaleza.
¿Qué plantea el tratado?
El acuerdo pretende la reducción de aranceles en el intercambio de productos, es decir, un acceso preferencial del 99 % de las exportaciones actuales de Ecuador a China.
Entre los productos se destacan principalmente productos agrícolas y agroindustriales como rosas y flores, cacao, café, entre otros. Por ejemplo, el banano y camarón tendrán una desgravación gradual en un período de 10 años
Además, se incluirá mercancía de exportación de productos no tradicionales como la piña, mango, arándanos, alimentos procesados, frutas frescas, pitahaya, arándano y quinua, estos tres últimos productos tendrán una desgravación inmediata lo que significa un 0 % en aranceles.
Otro de los beneficios planteados sería el acceso directo a tecnología china, mucho de los productos tendrían una desgravación inmediata entre los que se encuentran celulares, lámparas led, accesorios de computadora, cámara digitales, motos eléctricas y bicicletas.
Productos excluidos
Para proteger la industria local de la negociación se excluyeron a 828 productos entre los que se encuentran algunos relacionados a los textiles y confecciones; metalmecánica; calzado; madera y muebles; línea blanca; aluminio y sus manufacturas; plásticos; sombreros; vidrio y sus manufacturas; llantas; entre otros.
”No es cierto que el zapato chino va invadir la bahía la Guayaquil” , resaltó el asambleísta Parra. (AGM).