Luego de las lamentables noticias que los ecuatorianos hemos recibido, como es la remisión de deudas por cuatro mil quinientos millones de dólares a la Banca y grandes empresas; interminable crisis de Agro por falta de política agropecuaria; subida de combustible; despidos de empleados públicos por eliminación de Ministerios; se vuelve necesario retomar la opción de desarrollo del País con postulados de Economía Popular Solidaria (EPS).
Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y las empresas de la Economía Popular Solidaria se han convertido en renglón importante en la economía del Ecuador. Emprendimientos que vienen a equilibrar la falta de plazas de empleo y a sustentar a gran parte de la población, abarcan todo el proceso económico. Es una alternativa interesante ya que prioriza a las personas, al contrario de la economía tradicional que prioriza el dinero y lo bienes.
La importancia de la EPS
Es importante destacar que las Mipymes y la EPS, al estar presentes en procesos productivos como la agricultura y la pesca, aseguran la soberanía alimentaria, en la agregación de valor controlando la intermediación, en las manufacturas proveyendo de semielaborados para la Industria con materias primas locales, en el comercio al por mayor y menor generando plazas de empleo en las ciudades, en servicios que contrata de Industria como pate de sus procesos, transporte, almacenamientos entre otros; aportando con el 26% del PIB no petrolero, y con el 75% de empleo según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Por donde quiera que fijemos la atención, encontramos actores de la EPS, desde la alimentación, comercio, y servicios; pero todavía presentan retos importantes como el financiamiento para nuevos emprendimientos y la transparencia en la contratación pública, para que estos actores de la Economía Popular y Solidaria puedan servir al Estado.
Es tarea de todos incursionar y ayudar a impulsar estos procesos. Es tiempo de Economía Popular Solidaria.