Quito, 29 sep (La Calle).- El teniente Rodney Rengel, que denunció persecución por parte del Estado y la Policía Nacional, reapareció en redes sociales para pedir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que las medidas cautelares que envió. Además, mencionó otros personajes que estarían involucrados en el caso «León de Troya».
«Lo único que solicito es que ponga a resguardo a mi familia, que mi hija pueda crecer tranquila y segura», expresó.
Rengel comentó que recibió amenazas y advertencias sobre un presunto atentado contra el periodista Anderson Boscán, el coronel José Luis Erazo, el excandidato Fernando Villavicencio y su persona. Aclaró que aunque Erazo ya cuenta con seguridad, su caso aún no ha sido atendido.
También, relató que luego de negarse a archivar la investigación de «León de Troya», sus superiores le enviaron a trabajar a las zonas más peligrosas.
«En ese entonces, el difunto Villavicencio me dijo que si necesitaba algo él estaba para apoyarme. Creo que por él regresé a Quito a trabajar y pude estar cerca de mi familia», apuntó.
Más peces involucrados
Rangel arrojó más nombres que estarían supuestamente involucrados en el caso. Uno de ellos es el de la fiscal general del Estado, Diana Salazar. Según él, ella tenía conocimiento de todo este suceso. Sin embargo, la máxima autoridad de la FGE emitió un comunicado en el que «desmiente esos pronunciamientos malintencionados».
La entidad de control recalcó que cuando Salazar tuvo conocimiento del caso y las intimidaciones «pidió que se realicen los controles jurídicos necesarios para verificar las actuaciones fiscales».
«La fiscal no puede tener conocimiento de las más de 350 mil causas que la institución investiga a escala nacional anualmente», expresa el comunicado.
Además, el teniente indicó que Dritan Gkija exigía que posesionen a Bernardo Manzano como ministro de Agricultura. La «petición» al presidente Guillermo Lasso se habría dado través de Rubén Chérrez, Danilo Carrera y Rafael Guerrero.
Rengel detalló que Manzano, una vez en el poder, debía generar más cupos para las exportaciones de banano de la empresa de la familia Noboa, al que pertenece el candidato presidencial Daniel Noboa. «Un círculo que era muy cercano a él», explicó.
De acuerdo con la versión del teniente, el tráfico de sustancias sujetas a fiscalización se realizaba en el banano, camarón y otros productos. «Era lógico que aumenten las cifras de incautación de droga si había más permisos de exportaciones», manifestó.