Quito, 10 ene (La Calle).- Suro, el popular oso de anteojos del Zoológico de Quito, falleció tras aproximadamente 22 años de vida. El mamífero habitaba en el refugio de animales silvestres, ubicado en la parroquia de Guayllabamba (Quito), desde el año 2002.
«Verlo crecer fue una motivación muy especial para cada persona que pudo brindarle atención, así como para cada visitante que lo observaba y admiraba moverse en su recinto, bañarse en la piscina, alimentarse o tomar sus siestas», manifestó Martín Bustamante, director de la Fundación Zoológica de Quito.
Suro fue rescatado de la caza furtiva
El osezno fue hallado hace dos decadas. Sus rescatistas lo ubicaron junto al cadever de una osa adulta, que se presume era progenitora, víctima de la cacería. El oso recién nacido fue atendido por especialistas.
Posteriormente, Suro habitó en un amplio espacio en el Zoológico de Quito, donde convivió con Pablo, otro oso andino que llegó en 1998 a Guayllabamba. Este último, murió a finales de diciembre de 2021, luego de 27 años de vida.
Una enfermedad letal acabó con la vida de Suro
En meses pasado, los cuidadores de Suro se percataron de un crecimiento anormal de su abdomen. Razón que ocasionó un cambió en la conducta del oso.
Suro fue sometido a una cirugía exploratoria para determinar un diagnóstico. Sin embargo, tras la intervención, el oso no resistió a la recuperación y falleció. «La necropsia subsiguiente revela la presencia de cáncer en distintos órganos» informaron desde el zoológico, a través de un comunicado.
Suro contribuyó a la realización de estudios sobre los osos andinos.
Suro fue una parte clave en las investigaciones vinculadas a la conservación de osos andinos a nivel nacional y su conducta en el habitat silvestre. Este proyecto está encabezado por Universidad San Francisco de Quito y el Zoológico de San Diego, California.
El Zoológico de Quito se compremetió a continuar con las investigación asociadas a «la conservación in situ, como junto a los osos de los zoológicos».
JR