Por: Alisson Guaynalla
”El odio no puede convertirse en una ideología en el Ecuador”, fueron las palabras de la titular de la Asamblea, Viviana Veloz, al asumir esta dignidad luego de la renuncia del ahora candidato presidencial por el Partido Social Cristiano (PSC), Henry Kronfle.
En su posesión citó al activista Martin Luther King, quien es recordado por el célebre discurso de ”I Have a Dream”, en 1963. Las palabras del activista recogían optimismo y esperanza ante la comunidad afroamericana sometida a abusos y atropellos por más cien años en la historia estadounidense.
”El odio no puede expulsar al odio, sólo el amor lo puede hacer”, era la frase que formaba parte de la enseñanza de Luther King. Ahora, en el escenario de la política ecuatoriana ¿es posible superar ese odio que ha enterrado al país en los últimos años?
La relación Ejecutivo-Legislativo
El nuevo mando del Legislativo, a través de Viviana Veloz, está encabezado por la Revolución Ciudadana (RC), una fuerza política de izquierda tan criticada, pero influyente en la elección popular, también denominada ”correísmo”.
Mientras tanto, el Ejecutivo tiene en el poder a Acción Democrática Nacional (ADN), liderada Daniel Noboa, una organización política que dice ser de centro-izquierda, que apuesta por la juventud y condena la ”vieja política” en referencia a los gobiernos de Guillermo Lasso, Lenín Moreno y con mayor énfasis al de Rafael Correa.
El ministro de Gobierno, Arturo Félix, aseguró que existirán diálogos con Veloz y con todas las personas necesarias para trabajar en conjunto. El funcionario señaló que el verdadero problema del vínculo con la Asamblea era su extitular, Henry Kronfle, quien se habría dedicado a llenar de odio todos los espacios que tocaba.
”Al inicio teníamos buena relación pero después, cuando le tocó el bichito de ser Presidente de la República, cambió la actitud”, dijo en Radio Sucesos. Si bien hay que resaltar el cambio de discurso de Kronfle tras su intención de llegar a Carondelet, el Gobierno no se queda atrás en la batalla de odio.
En 10 meses de gestión, el Presidencia gastó más de USD 7 millones en servicio de pauta y compra de equipos. Los medios de comunicación afines a la línea política de la actual administración son los que más ganan y más destilan odio político en sus publicaciones. Por ejemplo, La Data y el periodista Carlos Vera reciben una pauta de USD 19 mil.
Asimismo, el contenido de los spots gubernamentales ya casi no evidencian la obra pública sino una parodia grotesca de gobiernos pasados convirtiendo al odio en una inversión ciudadana.
Represalias contra los GAD’s
Por otro lado, pese a la garantía de obtener más recursos para el gasto social, a través de las leyes, decretos y acuerdos urgentes en materia económica (alza del IVA, acuerdo con el FMI, eliminación del subsidios a los combustibles), el Gobierno cierra los convenios de programas sociales con varios GAD’s parroquiales.
Casualmente 17 de los 22 Gobiernos Parroquiales que no se alinean al proyecto político de Daniel Noboa presentan estos problemas, según el dirigente de la Conagopare, Andrei Iza. Convenios de más 12 años que ejecutan el funcionamiento de Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y los servicios de ayuda al adulto mayor llegaron a su fin por un supuesto déficit de recursos.
Las brechas ideológicas no deberían ser el obstáculo para pausar la obra pública porque el principal mandante del Gobierno es el pueblo, no los intereses de la élite política, pero a este paso subsanar un odio incrustado por varios años parece una tarea imposible.