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Suiza aprueba el uso de la máquina de suicidio asistido para 2022

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Quito, 11 de dic, (La Calle).-La primer cápsula para el suicidio, llamada Sarco X ha pasado a la revisión legal en Suiza y será el primer país en aprobar su uso comercial. Sarco permite morir sin dolor al paciente que accede a la eutanasía (muerte asistida por derecho) en treinta segundos por inhalación de nitrógeno. No se requeriría la asistencia legal o médica para tomar la decisión de morir.

Dentro de la cabina se activa el procedimiento con un botón o un sensor de pestañeos para quienes tengan impedimentos de movilidad. Antes del procedimiento el paciente debe responder varias preguntas de rigor justo antes de la activación del procedimiento.

La cabina consta de un equipo base que reduce el nivel de oxígeno del 21% al 1%, la muerte se produce por hipoxia e hipocapnia, sin pánico o sensación de asfixia. La máquina podría llevarse a cualquier sitio incluso en los lugares donde las organizaciones dedicadas a la muerte asistida coordinan.

La función es facilitar un suicidio cómodo, aséptico e indoloro, a base de la sustitución de oxígeno por nitrógeno. Con el fin de entrar en la dinámica de la comercialización el equipo responde a certificaciones de calidad y la industria funeraria. La cápsula es ecológica y puede fabricarse a través de impresión 3D en madera biodegradable lo que le convierte en un ataúd luego de la muerte asistida.

La cápsula de suicidio

La cápsula de suicidio podría también suponer una revolución en la industria funeraria. El diseño conocido, sin embargo, no será exactamente el que finalmente se use, sino uno que será presentado el próximo año y actualmente se desarrolla.

Philip Nitshke aspira que Sarco esté disponible en 2022. Además, se busca implementar la comunicación entre el interior y exterior de la cabina y la grabación del consentimiento del paciente para no requerir la supervisión de un médico.

El físico australiano Philip Nitshke ha promovido el derecho a la eutanasia.

En un video explicativo, se explica que hacerlo para impresión en 3D era una forma de socializar el diseño y su utilización. Aparecen posibles usuarios del producto afirmando que se imaginan usando la cápsula mientras en el exterior sus familiares comparten du decisión.