Quito, 04 ago (La Calle).- «Todo cambia, el escenario del 2020 no es el de ahora, en muchas formas. Una pandemia global como esa abrió oportunidades para el Ecuador, así como fue una tragedia también para la mayoría de países en el mundo», dijo el candidato presidencial Otto Sonnenholzner en una entrevista.
Oportunidades hubo, pero para el gobierno de Lenín Moreno, del que fue vicepresidente, que pagó deuda y adquirió más deuda en los meses más duros de la pandemia del COVID-19 que dejó, hasta septiembre del 2022, aproximadamente 35.884 fallecidos en el país, según cifras del Ministerio de Salud. En total, entre 2020 hasta abril del 2022, el país registró 247.485 fallecidos por varias causas, según el Registro Civil. La mortalidad subió en nuestro país.
Oportunidades no hubo, en cambio, para los ciudadanos que caían fulminados en las calles del Ecuador, principalmente en Guayaquil, donde la COVID-19 mostró su cara más cruel. Las prioridades, sin embargo, estuvieron en otro lado.
Sonnelholzner continúa y dice que en lo financiero existieron ciertas opciones que «ojalá pudiera existir ahora. El Ecuador debía USD 17.000 millones en esa época en bonos. Fue una renogociación de deuda de bonos. Pagó (el Ecuador) USD 300 millones».
El candidato le pone a la periodista un ejemplo. Si a ti el banco al que debes USD 17.000 te dice que pagues USD 300 ahorita y no pagues nada más hasta cinco años. Sin subir el interés y te entrega USD 10.000, ¿aceptarías?, le interroga. Ella responde que si tiene su hijo enfermo y ese dinero puede comprar medicinas para curarlo, no le pagaría al banco.
¿Qué pasó en 2020?
Si para Sonnenholzner el pago de deuda es una bendición, para el país, que afrontaba una pandemia sin buena infraestructura hospitalaria, sin medicinas y casos de corrupción en hospitales que posteriormente se conocerían, fue una maldición.
El pago, que se hizo en marzo del 2020, fue desmentido por el entonces ministro de Economía, Richard Martínez en abril. Dijo que el pago de los bonos 2020 por USD 326 millones solo fue del capital y que USD 197 millones no se habían pagado.
El economista Marco Flores dio información distinta a la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea Nacional, ya que en la bolsa de valores de Luxemburgo, donde reposaban los bonos y nuestra deuda, se hallaron documentos de pago.
“En la bolsa de valores de Luxemburgo es donde se registran los bonos de deuda”, dijo al tiempo de informar que en la organización hay dos documentos oficiales del gobierno ecuatoriano. “El uno cae en el plano de no haberle dicho la verdad al país. Se pagaron también los intereses de los bonos 2020”, aseguró.
No solo eso, sino que había un segundo documento, donde el ministro Martínez, a nombre de la República, se comprometía a pagar desde agosto del 2020 sin período de gracia. Es decir, que los intereses de los tenedores de deuda con un valor de USD 811 millones. No solo no ahorramos dinero, como aseguraba el expresidente Moreno, sino que debíamos pagar desde agosto cuando el país seguía luchando contra la pandemia.
Más deuda
Los bonos global 2020 no eran los únicos que debíamos pagar. Según el Observatorio de la Dolarización, el gobierno pagó USD 865 millones de capital y 71 millones en intereses y comisiones por concepto de deuda externa a Goldman Sachs, Credit Suisse e ICBC Standard Plc, en abril de 2020.
Entre agosto y octubre de 2018, el Estado realizó una apuesta especulativa y la perdió. Para febrero y abril de 2020, el país devolvió la liquidez prestada. “Mientras que el gobierno se atrasó con servidores públicos, gobiernos locales, proveedores del Estado, la seguridad social, a quien sí pagó de manera puntual -e incluso adelantada- fue a los bancos de Wall Street”, decía el análisis del Observatorio de la Dolarización.
A eso hay que añadirle los préstamos que Moreno pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros multilaterales para asumir la crisis de la COVID-19. Una deuda que heredó Guillermo Lasso. En ambos gobierno, los intereses de los organismo multilaterales están por encima de los de los ciudadanos. Todavía tenemos deuda externa que pagar. (MIB)