Quito, 12 nov (La Calle).- Raúl de la Torre, exasesor de la gerencia de Petroecuador y sobrino del contralor Pablo Celi, se declaró culpable de lavado de dinero en Estados Unidos en octubre.
En junio pasado, la policía estadounidense lo detuvo en Miami, acompañado de Roberto Barrera, otro exfuncionario, con $250 mil en efectivo que no declararon ante las autoridades. Tuvieron que transcurrir dos meses para que la Fiscalía allane sus viviendas y las oficinas del piso 12 de Petroecuador, el 8 de agosto.
El 10 de agosto, se emite un documento del Departamento de Justicia del estado de Florida que asegura que De la Torre conspiró con funcionarios de Petroecuador y «otros funcionarios del gobierno ecuatoriano» en un caso de sobornos en la estatal petrolera.
De la Torre y Roberto Barrera confesaron haber recibido $3,15 millones por parte de una compañía (denominada ‘Executive 1’ en el documento) «con el fin de ayudarla a obtener y mantener contratos y pagos contractuales.
Evidentemente, el documento no revela los nombres de los miembros del gobierno y la compañía que pagó los sobornos a los acusados. Estos datos serían sumamente importantes para identificar a posibles corruptos dentro del gobierno de Moreno.