Sobrevivientes trans alzan la voz frente a un Estado ausente

Quito, 18 may (La Calle). – La organización Nueva Coccinelle decidió el 17 de mayo del 2019, Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, presentar una demanda al Estado ecuatoriano por delitos de lesa humanidad. El Estado se ha mostrado ausente en dar reparación a las sobrevivientes de estos brutales actos violentos contra la vida.

Nebraska Montenegro es la presidenta de la organización y a sus 66 años encabeza la lucha de este sector del colectivo trans que solicita la reparación estatal. “Se cumplen tres años de la demanda al Estado ecuatoriano y no hay ninguna respuesta. Estamos exigiendo que se dé trámite a este pedido sino recurriremos a otras instancias”, aseguró.

Añadió que la situación de las sobrevivientes es difícil. Muchas de ellas deben trabajar en la informalidad. “Hay compañeras que tienen más de 70 años y están en la vía pública cuidando carros para sobrevivir”.

En los años 80 y 90 cuando la homosexualidad figuraba como delito en el Código Penal, las calles no eran seguras para el colectivo LGBTIQ+. La discriminación en los hogares hacía que tuvieran que enfrentarse al mundo solas y solos a muy temprana edad. La marginación les impedía llevar una vida digna. Finalmente, la violencia policial ponía en peligro sus vidas. El colectivo trans continúa siendo uno de los más vulnerables de toda la comunidad.

“Se cumplen 3 años de la demanda que las sobrevivientes de Coccinelle al Estado por delitos de lesa humanidad. Hay compañeras que murieron precariamente. Las personas que quedan siguen luchando aunque tienen una edad avanzada. El Gobierno Central no se preocupa, no crea planes para que puedan incluirse y vivir dignamente el resto de su vida”, explica Emilio Cruz, activista y también miembro de la Nueva Coccinelle.

El aporte

Coccinelle fue una organización de extrema importancia para la comunidad GLBTIQ+ en los años 80 y 90. Los miembros del colectivo sufrían no solo la discriminación ciudadana sino también torturas, violaciones y malos tratos por parte de la Policía, especialmente la comunidad trans. “Nosotras empezamos a luchar por la despenalización de la homosexualidad en el Ecuador. Fue la primera organización que se volcó a las calles para luchar por la despenalización. Éramos perseguidas, reprimidas y torturadas”, explicó Nebraska.

El 25 de noviembre próximo se cumplirán 24 años de la despenalización de la homosexualidad en el Ecuador. Sin embargo, en la actualidad, los miembros del colectivo GLBTIQ+ todavía sufren discriminación y la marginación en varios aspectos sociales. Por lo que urge que el Estado pueda emitir políticas públicas que protejan y garanticen los derechos de esta comunidad en el Ecuador. MIB

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