Quito, 23 jun. (La Calle).-En cuanto Sofía Cruz se enteró que, por decisión del régimen se desvincularon a más de 600 funcionarios de Medio Ambiente, vino a su mente una visita que realizó al refugio ecológico Molinuco hace ocho años. “Acampábamos en un grupo, cuando en la noche llegaron otras personas, al parecer alcoholizadas, fue el guardaparque el que estuvo pendiente de todos”.
Los guardaparques, tal como lo señala un comunicado de ex funcionarios y funcionarias de Ministerio de Ambiente y Agua, cumplen diversas labores que van más allá del simple cuidado de las áreas: patrullan, cumplen con el rol de bomberos, enfermeros y rescatistas, apoyan a las comunidades locales y trabajan educando a la gente que vive dentro, alrededor o que visita las áreas protegidas, etc.
Como señala el comunicado, el número de guardaparques al cuidado de las áreas protegidas siempre fue escaso. “Con su desvinculación, la posibilidad de cuidar y proteger el patrimonio natural del Ecuador se torna casi imposible, haciendo que actividades ilegales de la minería, cacería, la deforestación, invasiones de tierras e incluso narcotráfico, se tomen las áreas protegidas”.
La decisión de eliminar puestos y partidas de personal encargado de entregar licencias y de ver que estas se cumplan, sería contraproducente, señala el comunicado y sería un golpe muy fuerte para luchar contra el envenenamiento de los recursos hídricos y los suelos. «Se necesita que el MAE agilite los trámites para la entrega de licencias, de manera ética, transparente, profesional pero expedita, y tenga el personal suficiente para realizar los controles necesarios, tanto en lo referente a calidad ambiental como en control forestal».