Simón Espinoza: recuerde a Bordaberry

Alexis Ponce

Quito 10 de mar (La Calle).- Bordaberry, presidente uruguayo en la década del ’70, alentó el golpe militar dándole fachada civil y justificando las peores atrocidades que se haya vivido en Uruguay y el Cono Sur. Jamás será olvidado ni perdonado en ese Cono Sur que, nunca más, debido al genocidio sufrido, volvió a aceptar golpes de Estado ni militares en el poder. Bordaberry tampoco será olvidado ni perdonado en la historia del Uruguay y América Latina.

Cuánto de corrupción política para viabilizar un golpe militar y cuántos crímenes significaría Bordaberry, que un estadista ecuatoriano de la talla de Jaime Roldós Aguilera, le llamó «el Bordaberry de Centroamérica» a José Napoleón Duarte, ‘presidente’ polichinela de El Salvador que le dio fachada civil a la atroz junta militar salvadoreña de 1980, la dictadura que mató 30 mil personas.

Señales de ‘Bordaberrismo’ empecé a detectar en Lenin Moreno desde el 2018 en adelante, como en el Estado ecuatoriano comencé a detectar el copamiento mafioso de Distintos Clanes y Diferentes Cosas Nostras políticas en el Estado y que, en pandemia, no tuvieron pudor ni para esconderse siquiera, sino que actuaron pública y visiblemente.

Bordaberrismo a la ecuatoriana

Bordaberrismo ‘a la ecuatoriana’ y Mafialización del Estado fueron mis dos hipótesis anunciadas en algunos de mis análisis, que sostuve en diversos grupos de trabajo desde entonces. Y lo señalé tras difuminarse y evidenciarse el final de un proyecto que decía ser ‘transición democrática de centro-izquierda». Y que terminó como un abyecto experimento de ultraderecha.

En tal abyección política, regada desde la cúpula a la base de la élite social, gentes buenas y ni de creer, personalidades hasta ayer respetabilísimas, mujeres que amé, y seres que admiré en los ’80 y ’90, terminaron invadidos de abyección, vivando masacres oculares, justificando bases militares en Galápagos. Luego operaciones sucias para derrotar al adversario y violencias específicas «siempre y cuando sea contra correístas, corruptos socialistas y comunistas».

En tres años, el Morenato convirtió en monstruos abyectos de clase media que, cuando sus candidatos perdieron en la primera vuelta, no tuvieron empacho en pedir en sus redes y wasaps que el CNE anule las elecciones. Más tarde pidieron apresar al triunfador porque «seguro ganó por fraude» y «por recibir apoyo del terrorismo». Burda manipulación que respaldan sin permitir el debate donde trizas haría en pocos minutos el montaje. Se han convertido en bordaberristas potenciales, listos a pedir a gritos la anulación de las elecciones si pierde su candidato o su tendencia. Dispuestos a apoyar la salida de los tanques con tal de que no gane el odiado candidato contrincante.

La ética política

Es decir, perdió en el Ecuador, por vez primera en muchas décadas, el sentido de las proporciones, el rubor de la memoria y la ética política, individual y colectiva, que impedía golpear las puertas de los cuarteles si en las encuestas ganaba tu «enemigo». Lo vivimos en 1970 cuando empezó la sucesión de tres dictaduras con tal de impedir que sea candidato ganador un ciudadano acusado de «extranjero».

Hoy la falsa muletilla, usada por un combo completo donde participan un fiscal extranjero traído en avión presidencial, poderosos generadores de opinión pública que se portan igualito que en 1978 contra Roldós y que en 1984 contra Borja. Hasta la extrema derecha de una mini-potencia oligárquica regional que intervino en las elecciones nacionales sin sonrojo, inventaron una tramoya inaceptable en elecciones, que es obvia y sucia operación de Lafware, de bajo estilo ‘leninista’, con tal de impedir que «el enemigo» triunfe. Y como les ha fallado todo, están dispuestos a todo, aunque a esta tierra adolorida y en pandemia la conviertan en baño de sangre.

El Morenato

Es por eso que, muerto Julio César Trujillo, enterrado por el morenato como Hindenburg por Hitler; muerto Gustavo Noboa, convertido en mediático paladín fúnebre de su impotente dolarización, con la que nos empobrecieron mientras ellos enriquecieron; el único pro-hombre ilustre de las Derechas que les queda, es un ahora esperpéntico intelectual, que terminó pidiendo, ayer nomás, que los policías y militares se hagan cargo de la situación.

También que los tanques salgan a la calle, que detengan al adversario candidato que las mismas élites y sus encuestas perfilan como ganador improbable de derrotar; y pide que anulen las elecciones de primera vuelta, que boten a sus propias autoridades del CNE puestas por ellos mismos y que el gobierno se haga cargo de todo, con el intervencionismo militar y policial a costa de un desangre, de masacres y de la ‘Noche y Niebla’ conosureña.

Simón Espinoza

Ese esperpéntico golpista se llama Simón Espinoza, es de no se qué comisión «ética» del CNE, de un «imparcial» comité organizador del debate presidencial de abril y «anti-corrupto», siempre y cuando no sea Zevallos el denunciado. Y, por lo visto, se siente tan más allá del bien y del mal, y tan poderosamente impune, que ha propuesto semejante basural bordaberrista que, si fuera publicado en cualquier país del Cono Sur, le costaría una puteada nacional de indignación.

Pero el Ecuador ya no se indigna. A pesar de que el esperpento lo ha publicado nada más y nada menos que en columna editorial del Diario El Comercio. Mientras a Vilmatraca la vetan en varios diarios o la empujan a renunciar porque dignamente no acepta censuras a sus caricaturas excepcionales; semejante rastrerismo golpista no es cuestionado.

Vacunas VIP

Y se le publica como gran cosa esta ‘valentía VIP’, que llama a otros, a terceros, a chapas y militares a ensuciarse, a darles haciendo el trabajo sucio y hacerse cargo de lo que los ‘VIPs’ mancharon con su enlodada pata. Y como ya existe un ecosistema del odio en la red social criolla y una porción fascistizada de la clase alta y media, dispuesta a aplaudir los tanques con tal de que no ganen «los socialistas horrorosos». La vergonzosa propuesta de Espinoza es el canto del cisne del proto-fascismo de una élite VIP que no quiere ni que se conozca la lista aristocrática de sus vacunas VIP, ni que se reconozca un probable triunfo del «enemigo». Olvidaron que en democracia se pierde o se gana, y no hay que dar pataletas de histeria clasista si gana el adversario.

Le recuerdo a Espinoza que, ni la edad ni la discapacidad física, son impedimentos para ser procesados, tarde o temprano, por golpismo, por alentar asesinatos y persecución militar y policial a sus «enemigos», y por crímenes contra la democracia. Le recuerdo a Simón Espinoza que Bordaberry, ya anciano, fue procesado, fichado y sentenciado a 30 años de prisión por alentar un golpe de Estado y crímenes contra la democracia y los derechos humanos.

Esa es la consecuencia de llevarse tan bien en estos años con ex-oficiales que persiguieron y amenazaron a tantos; esa es la consecuencia de elogiar y prologar sin rubor su «trabajo intelectual». Espinoza: usted ya no es jesuíta. Sino un fariseo al estilo ecuatoriano: «Si vamos a perder, llamemos a la fuerza pública». O sea: soltar los tanques impunemente.

Dispuestos a todo

Mi análisis publicado semanas atrás, confirmó: están dispuestos a TODO. Es escalofriante y vergonzoso ver al «referente» intelectual de la derecha, convertido en un facho que se siente intocable. Cuando lo vi junto al ex-coronel perseguidor Mario Pazmiño en una foto de la UASB años atrás, riéndose, y le escribí luego si aún recordaba los años ’80as y nta. lucha junto a Pedro y Luz Helena y contra las torturas del SIC-10, no me respondió. Los tanques y cuarteles hoy están siendo acicateados. Ni los heroicos soldados del Alto Cenepa, del Ejército que otrora fue el más culto y humanista del Sur, ni la mayoría de la educada y rebelde clase media quiteña, ni Biden, que fue víctima de intento de golpe, permitirán tal aventura. Eso espero

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