Por: Daniela Rizzo / @loinquieto
Es muy común conocer a personas que son amantes de la lectura y que también se han decantado por la escritura. Es como los grandes chef que también disfrutan de comer delicioso. Sea por hobbie, por catarsis o de manera profesional, la escritura va de la mano de la lectura. Aquí te quisiera contar tres maneras sencillas en las que puedes ejercitar tu músculo escritor a partir de lo que lees.
- Mientras lees, anota en un cuaderno todo lo que te llame la atención. No importa si tiene un orden o no, anota todo lo que sientas que te dirá algo a futuro. Puede ser una descripción o una palabra. Todo sirve porque, cuando leas tus anotaciones, tu mente viajará al momento preciso en que anotaste.
- Leer en voz alta antes de escribir. Este es un ejercicio muy recomendado y que debo agradecer a Iván Lasso. Es muy sencillo, antes de sentarte a escribir, lee en voz alta algunas líneas de tu libro favorito o de un poema que te gusta mucho. Esto te pondrá en contacto directo con la sensación de placer que deseas transmitir en tu escritura.
- Imagina y escribe finales alternativos. Este es un ejercicio que algunos subestiman, pero que es realmente divertido. Se trata de lo que se conoce como fan fiction. En otras palabras, tomar algo ya escrito y continuarlo con tus propias palabras. Es un gran reto porque debes conocer muy bien la obra que deseas continuar o inventar.
Arriésgate a escribir, no hay nada que perder y hay mucho por explorar.