Quito, 18 may (La Calle). – La ‘viruela de los monos’ (monkeypox), una infección zoonótica que ha provocado brotes conocidos en Reino Unido y Portugal, ha llegado a España, según adelantan el diario El País y la cadena SER.
Actualmente habría ocho casos sospechosos de esta enfermedad zoonótica -transmitida por animales al hombre- que se diagnosticó por primera vez en África en la década de los 70. Según estos medios, el Centro Nacional de Microbiología (CNM) está llevando a cabo pruebas genéticas para confirmar si se trata de esta enfermedad.
Aunque la viruela en los seres humanos se considera erradicada desde hace 40 años, la viruela de los monos es endémica en lugares de África occidental y central, en donde preocupa su elevada mortalidad, de entre el 4% y el 22% de los casos, especialmente cuando se da entre niños.
En Europa, los casos se han dado en adultos, en concreto varones que han mantenido relaciones homosexuales. No hay indicios de que se contagie por el encuentro sexual en sí, pero el contacto físico estrecho sí podría ser una cadena de transmisión no identificada.
Según explica Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología de la universidad de Salamanca en The Conversation, la variante que ha llegado a Europa es el «clado de África occidental del virus», una variante «leve en comparación con el clado de África central».
Según las autoridades sanitarias británicas, los síntomas incluyen «lesiones» o «erupciones cutáneas» inusuales, especialmente en estos casos alrededor de la zona genital. «Esta erupción cambia y pasa por distintos aspectos, y puede recordar a la varicela o la sífilis. Después formará costra, y se terminará secando y cayendo».
En cuanto al resto de síntomas, desde Reino Unido aseguran que es una enfermedad «poco limitante» de la que los pacientes se recuperan «en pocas semanas» cuando se trata de adultos sanos. En sus primeras fases, se puede manifestar con cuadros de «fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de espalda, inflamación de los nódulos linfáticos, escalofríos y fatiga».
Además, la erupción cutánea también se puede producir en la cara para extenderse después a otras partes del cuerpo, incluidos los genitales, a partir de donde se podría contagiar por contacto.
Preguntado sobre los casos, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha señalado que «no es probable que la viruela del mono vaya a generar una trasmisión importante, pero no se puede descartar». Según explica Rivas, el virus de la viruela del mono es un ortopoxvirus, el más destacado que afecta a las comunidades humanas. Y aunque uno de los pacientes había estado en Nigeria, un país en el que la enfermedad es prevalente -con 558 casos y ocho muertes registradas oficialmente de 2017 a 2022- no se han identificado por el momento cadenas de transmisión para el resto de afectados.
«La enfermedad suele durar de 2 a 4 semanas», confirma el catedrático. Se cree que la transmisión es producida a través de la saliva o excreciones respiratorias, o por contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra. La excreción viral a través de las heces también puede representar otra fuente de exposición». Las condiciones de vida en lugares hacinados y con mala higiene son fuentes de brotes en los países africanos, así como el consumo -cada vez menor- de carne de mono.
La aparición y extensión de esta enfermedad podría estar relacionada con la pérdida de inmunidad frente a la viruela humana, derivada de la erradicación de este enfermedad. Y aunque no hay tratamiento, «los brotes de la enfermedad pueden controlarse», afirma Rivas. «Algunos datos indican que la vacuna antivariólica tiene al menos un 85% de eficacia en la prevención de la viruela del mono. También los antivirales cidofovir y ST-246, así como inmunoglobulinas específicas, pueden ser utilizados para controlar un brote de viruela del simio».
Fuente: El Español