Quito, 22 feb (La Calle).- La Asamblea Nacional debatió por segunda ocasión el polémico paquete de reformas al Código Integral Penal (COIP). La discusión no llegó a consensos y la bancada de la Revolución Ciudadana (RC) abandonó el Pleno en medio de los »aplausos» de Construye.
En medio de un acalorado debate, la bancada de Construye y RC fueron protagonistas de una riña por la aprobación de las reformas al COIP. En reiteradas ocasiones, el presidente del Legislativo, Henry Kronfle, pidió orden en la sala con la advertencia de una sanción si continuaba el desorden.
La mayoría del Pleno voto en contra de la moción de presidente de la Comisión de Justicia, Fernando Cedeño (RC) del voto en dos bloques. Ante la resolución el bloque parlamentario abanadonó el lugar.
La fuerza política de la RC rechazó la decisión de Kronfle para apresurar la votación y no permitir que se llegara a un consenso. Por otro lado, recalcó que la aprobación de las reformas al COIP constituyen una vía para evitar la consulta popular.
»El presidente mediante decreto puede dejar insubsistente el llamado a la consulta y utilizar eso USD 60 millones en las afectaciones que en este momento están sufriendo las familias ecuatorianas por la inclemencia del invierno», dijo la asambleísta Viviana Veloz.
Por su parte el titular del Legislativo expresó su rotunda negación a las acciones de RC y del oficialismo, bancada que también abandonó la sesión. Indicó que es necesaria una madurez política para llegar a consenso y no imponer solo que ellos quieren.
La reformas en discordia
El legislativo analiza 86 reformas al COIP, las cuales engloban temas polémicos como endurecer las penas en delitos graves, la posibilidad de que la Asamblea conozca la información reservada de las indagaciones previas de Fiscalía y el recurso de revisión de sentencias por parte de organismos de derechos humanos internacionales. Esta última propuesta generó diversas reacciones.
Si bien la RC señaló que su propuesta no tiene la intención de beneficiar al expresidente Rafael Correa, la legisladora Gissela Garzón manifestó que la verdadera preocupación de algunos legisladores es darse cuenta que no existe el “influjo psíquico” del que fue acusado el expresidente Rafael Correa.