Ramón Sonnenholzner: La Universidad de las Artes hizo pocos esfuerzos para ser eficiente

Quito, 12 may (La Calle).- Del otro lado de la línea está Ramon Sonnenlholzner, padre del vicepresidente de la República. Dice, de entrada, que no ha querido tomar un vuelo humanitario para volver a Guayaquil para evitar “malas interpretaciones”. Por tal razón, ha prolongado su estancia en un pequeño pueblo de La Florida, Estados Unidos, desde donde genera “micro ensayos políticos” y otros escritos.

Este “montubio”, como se autodenomina, de ascendencia bávara, asegura que su principal tarea, es “provocar” a la sociedad. En esa línea, redactó, hace poco, un ensayo, en el que analizaba el rol de Ruptura 25, uno de los brazos políticos del Ejecutivo. Para Sonnenlholzner, el tema no era este grupo político en particular, si no la ruptura política, como un ejercicio social que, en el país, nunca dio resultados positivos.

“Se malentendió, simplemente hablé de las decepciones que han generado momentos de ruptura en el país, como ocurrió en 1978, con el ascenso de Jaime Roldós, proceso que terminó inmerso en la misma cultura política de siempre”.

Rechaza con vehemencia que sus ensayos y ese, en particular, signifiquen un apoyo coyuntural para su hijo Otto, en medio de una crisis interna de poder. “No conozco siquiera si se trata de una bronca intestina. Soy un hombre demasiado viejo para defender a un hombre demasiado joven. A mis hijos los provoco, no soy alguien que esté detrás de las personas controlando lo que hacen, en todo caso pregunte en la radio”.

Cuando habla de la radio se refiere a la emisora RTP de Guayaquil, donde conduce el programa “La Mañana en RTP”. Es la conocida Radio Tropicana del Puerto Principal, que ha renovado su imagen. En el programa, lo llaman “Don Otto” y ese apelativo lo ha asumido como su usuario de twitter, la red en donde registra mayor actividad.

Sobre la situación de las universidades en el Ecuador, muy afectadas por reducciones presupuestarias, el caso específico de la Universidad de la Artes (UArtes), fue bastante enfático. “El problema de la Universidad de las Artes es un tema de despilfarro, no se ha optimizado. Toda la visión de la Universidad de las Artes radica en el mercado, que para ellos, se limitó al Estado. Bajo la muletilla de que la salud y la educación son fundamentales en la sociedad hacen pocos esfuerzos por ser eficientes”.

A pesar de su rol en la comunicación, la cultura es el eje de su accionar. Es director de la Fundación Garza Roja, una plataforma cultural y turística, que administra el Parque Garza Roja, un parque de diversiones acuático con un museo en Nobol (Guayas), con más de 120 obras de arte. Preside, además, el Comité Ejecutivo del Colegio Alemán Humbolt en Guayaquil.

Reitera, antes de terminar, que rechaza cualquier beneficio producto del puesto político de su hijo. “Me asignaron seguridad y chofer, pero ni mi mujer, ni yo, vamos a usar eso. Esa es la diferencia, nunca va a encontrar actos de nepotismo de la familia Sonnenholzner”.

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