¿Quién es alias ‘Satanás’, uno de los sicarios más sanguinarios del Tren de Aragua capturado en Loja?

Quito, 2 nov (La Calle). – El comandante general de la Policía, César Zapata, confirmó la captura de Hernán David Landaeta Garlotti, alias ‘Satanas’, considerado por medios colombianos como el sicario más sanguinario de la banda criminal internacional Tren de Aragua en Bogotá.

Según reporta EL TIEMPO, la colaboración entre las policías de Colombia y Ecuador posibilitó su captura. El operativo denominado Halcón VIII, liderado por el país vecino, fue desmantelar a las principales cabecillas de este grupo transnacional. 

«Landaeta Garlotti sería el responsable de liderar el tráfico local de sustancias psicoactivas y además de graves delitos como la extorsión y el homicidio. Su negocio criminal se movía principalmente en zonas de bares, discotecas, sitios de lenocinio y el comercio», reseñó el medio.

¿Quién es y cuál es su pasado? 

A partir de este apartado los créditos de la redacción le corresponden a EL TIEMPO.

Este hombre de 30 años y de ciudadanía venezolana con alerta azul estaba siendo buscado por el delito de secuestro, asesinato y robo, todos llevados a cabo en Colombia.  Además, hay información relevante de que este hace parte de la organización delictiva Tres de Aragua. 

Además, es el principal líder detrás de los panfletos intimidatorios que tanto han atormentado a los ciudadanos de Bogotá, principalmente, a los comerciantes.  Su incidencia era recurrente en las localidades de San Cristóbal, Antonio Nariño, Los Mártires, Fontibón, Kennedy y Bosa. 

Este hombre es el líder de las bandas que han venido atacando moteles en el Sur de Bogotá, los mismos ataques en donde varios inocentes han sido víctimas. Incluso podría estar relacionado con el asesinato del propietario de una empresa de venta de fritas en Bogotá. 

La banda que atormenta a los tenderos 

Una ráfaga de disparos fue lo que recibió un local de un par de comerciantes del sector de Timiza, en la localidad de Kennedy, el pasado mes de febrero, cuando se negaron a pagar a supuestos miembros de la organización criminal ‘Satanás’ una extorsión que superaba los 20 millones de pesos por el “derecho a trabajar en su barrio”.

La aparición de panfletos extorsivos dirigidos a propietarios de los locales comerciales del barrio Jacqueline (en el mismo sector de Timiza) firmados por el grupo criminal, que creían extinto, desató una ola de pánico.

“Es preocupante porque están llegando unos panfletos a varias partes de la localidad de Kennedy, no solo aquí, sino a El Amparo y a la 38, donde a las personas que no aportan los dineros les llegan a balear el negocio o los apartamentos que están sobre los locales”, contó Antonio Palacios*, una de las víctimas de los delincuentes.

Como este caso, en lo que va del año, ya son otros 304 reportes de personas que han sido extorsionadas por supuestas bandas criminales que usan modalidades delictivas como las cartas o panfletos extorsivos, la intimidación directa, la extorsión mediante llamadas telefónicas y/o redes sociales.

No obstante, las autoridades señalan que hay una reducción en esta modalidad delictiva, que ronda el 3,9 por ciento. Pese a esto, analistas de seguridad consultados por EL TIEMPO han venido alertando sobre la existencia de subregistros para este delito y señalan, además, que aún hace falta por conocer los casos de muchos ciudadanos que por temor a perder la vida no denuncian.

“Desde hace cuatro días vengo recibiendo llamadas supuestamente del ‘Tren de Aragua’ diciendo que debemos entregar un dinero o si no nos hacen daño. Quiero hacer esto público para que las autoridades se encarguen de investigar quiénes son los que están haciendo esto con los comerciantes”, señaló Pedro Ramírez, víctima de la banda venezolana.

Cuando se revisan los datos relacionados con la extorsión en Bogotá se puede evidenciar que, comparado con el primer trimestre de 2022, este año ha sido mucho más crítico en esta materia, pues hay aumento de casos en todos los meses. Por ejemplo, tan solo en enero se registraron 117 casos frente a 91 del año pasado; luego, en febrero el dato llegó hasta los 144 registros versus 101 en 2022. En marzo, particularmente, el comportamiento de la extorsión se redujo con tan solo 47 reportes.

Néstor Rosanía, director del Centro de Estudios sobre Seguridad y Paz, señaló que la extorsión es uno de los delitos que presenta un mayor número de subregistros o “criminalidad no registrada”, no solo en Bogotá sino en el resto del país.

Para el investigador, este fenómeno en muchas ocasiones podría hasta duplicar las cifras oficiales, pues “las autoridades viven de la denuncia y las estadísticas, pero no necesariamente esto representa la realidad, pues no todas las víctimas, que se ven amenazadas, acuden a un método de denuncia”.

Pero la realidad es que este fenómeno delictivo no solo tiene contra las cuerdas a los dueños de establecimientos comerciales, sino a vendedores informales, transportadores e, incluso, a residentes de barrios como Tierra Buena, en Patio Bonito, que dicen haber sido desalojados de sus casas por miembros del ‘Tren de Aragua’, quienes tomaron sus casas y apartamentos como centros de operación.

“Esto viene pasando desde febrero de 2021. Llegaron unos tipos a mi casa, a un edificio que tengo en el barrio Santa Fe, y me dijeron que tenía que desocuparlo, que era una orden de ‘los Viejos’ o ‘los Boyacos’, y que solo tenía 25 horas para irme de ahí o que habría consecuencias”, contó Pedro Paredes*.

Según los denunciantes, estos hechos se estarían caracterizando por las amenazas mediante llamadas y mensajes de WhatsApp en los que los delincuentes envían fotos de armas y objetos explosivos que supuestamente serán usados en contra de las personas que no accedan a sus peticiones.

Un investigador de la Fiscalía que se ha dedicado a seguirles la pista a los grupos criminales que se han asentado en la capital confirmó esta teoría.

“Ellos manejaban la extorsión llamando a la persona, amenazándola y mandándole fotografías de armas de largo y corto alcance y dos o tres granadas o videos donde le hacían directamente la petición económica a la víctima, y con la presencia de una mesa con mucho armamento. Incluso, desde Venezuela se hacen muchas extorsiones hacia Colombia y hacia América Latina”, explicó el investigador.

Foto: Infobae

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