¿Qué otros presidentes no han logrado terminar su mandato?

Quito, 20 may (La Calle).- Guillermo Lasso se convierte en el octavo presidente de la República del Ecuador que se va del Palacio de Carondelet sin terminar su mandato.

La aplicación de la muerte cruzada -con la que disolvió la Asamblea Nacional para escapar del juicio político- le costó la jefatura del Estado. El primer mandatario podrá gobernar vía decretos-ley hasta por seis meses máximo. Con suerte, Lasso se irá con un poco más de dos años en el poder.

Sin embargo, no es el único que no acabó su periodo presidencial. La Historia del país registra al menos siete casos más, todos ellos por razones distintas.

Emilio Estrada Carmona

El revolucionario liberal Emilio Estrada Carmona gobernó Ecuador durante cuatro meses, desde el 1 de septiembre de 1911 hasta el 21 de diciembre del mismo año.

Su fugaz periodo se debió a una insuficiencia en el corazón que provocó su muerte a los 56 años.

En 1911, un grupo de liberales presentó su candidatura a la Presidencia de la República y obtuvo el respaldo del general Eloy Alfaro -que se mostró positivo de entregar el mando a un civil.

Después de conocer sobre sus problemas de salud, Alfaro le pidió que renunciara porque temía que eso le impidiese ejercer bien el cargo. Estrada se negó y, en consecuencia, desató una reacción política y militar que culminó con la caída de Alfaro en el mismo año.

José María Velasco Ibarra

Fue un político quiteño miembro del Partido Conservador. Pasó a las memorias del Ecuador por haber tomado las riendas del Estado en cinco ocasiones, pero solamente una vez completó su gobierno en 1952-1956, por el «boom económico» del banano que permitió estabilidad económica y política.

En las otras cuatro oportunidades fue depuesto por los militares. Fue derrocado por golpes de Estado militar en 1934-1935; 1944-1947; 1960-1961; y 1968-1972. Su carácter autoritario y prepotente lo llevó a ganarse enemigos políticos, a tal punto que tuvo que exiliarse en Colombia y Argentina tras su primer y último golpe, respectivamente.

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Jaime Roldós Aguilera

Fue un abogado y político guayaquileño que estuvo al frente de la nación desde el 10 de agosto de 1979 hasta el 24 de mayo de 1981. Roldós estuvo en el poder un año, nueve meses y 14 días.

No pudo culminar su mandato debido a que murió en un «accidente aéreo» la tarde de ese 24 de mayo. El avión presidencial se estrelló en el cerro de Huariapungo, en Loja. Roldós, su esposa y su comitiva viajaron en conmemoración de un acto castrense.

Las causas de su muerte han sido cuestionadas. Su abierta posición en contra de las dictaduras militares tanto en Ecuador como en la región le dio amplio respaldo ciudadano. Del mismo modo, su poderosa oratoria y discurso en pro de los derechos humanos no eran bien vistos por la derecha tradicional. Sectores de izquierda alegan que se trató de un atentado, porque Roldós no estaba alineado a los intereses de Estados Unidos.

Abdalá Bucaram Ortiz

Apodado como «El loco», Abdalá Bucaram fue presidente de la República durante cinco meses y 25 días. Alcanzó la silla de Carondelet el 10 de agosto de 1996 y la dejó el 6 de febrero de 1997.

El Congreso lo destituyó por «incapacidad mental». Su gobierno estuvo envuelto en numerosos casos de corrupción y mala administración de la cosa pública. Fue acusado de nepotismo y enfrenta juicios por delincuencia organizada relacionada a la venta de insumos médicos irregulares durante la pandemia del coronavirus.

Finalmente, se autoexilio en Panamá desde febrero de 1997 para escapar de los delitos acusado. Regresó en 2017 en el periodo de Lenín Moreno.

Rosalía Arteaga

Tras la destitución de Bucaram, la sucesión automática dictaba que la vicepresidenta Rosalía Arteaga asumiera la primera magistratura. Sin embargo, el Congreso alegó la existencia de un «vacío constitucional» y resolvió designar un «presidente interino».

El titular del Parlamento, Fabián Alarcón fue elegido para el cargo ese mismo 6 de febrero de 1997. Este capítulo es conocido como la «noche de los tres presidentes». Al día siguiente, Ecuador tenía tres figuras que reclamaban la jefatura del Estado: Bucaram, Arteaga y Alarcón.

El mandato de Arteaga duró apenas cinco días. Las fuerzas opositoras del Congreso no le permitieron posesionarse. De hecho, se vio obligada a renunciar al puesto antes de que el Legislativo se lo arrebate. Al fin y al cabo, Alarcón ganó.

Radio Ciudad

Jamil Mahuad

Artífice de la peor crisis económica, social y política del Ecuador. Su gestión empezó el 10 de agosto de 1998 y terminó el 21 de enero de 2000 por un derrocamiento popular con apoyo militar.

Fue autor intelectual del feriado bancario, que marcó su caída. Ya había recibido un país en crisis, pero sus decisiones neoliberales -en pro de la banca y los grandes grupos económicos- la profundizaron.

En marzo del 1999, aseguró que no incautaría el dinero de las cuentas bancarias de los ecuatorianos, pero eso mismo hizo. A través de un decreto ejecutivo congeló los depósitos de las cuentas con más de dos millones de sucres. La gente no podía retirar sus ahorros. Ese dinero fue utilizado para sostener la solvencia de entidades financieras.

Tuvo un gobierno plagado de corrupción, la inflación (60,7 %) era la más alta de Latinoamérica, el sucre se devaluó en un 400 %, el precio de la gasolina se disparó estrepitosamente y la crisis migratoria se agudizó.

Días antes de ser expulsado del poder, dolarizó la economía con grandes pérdidas para el Estado y los ecuatorianos. Finalmente, fue derrocado por una masiva movilización social encabezada por la Conaie, la Coordinadora de Movimientos Sociales (CMS) y representantes de fuerzas políticas.

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Lucio Gutiérrez

Fue uno de los integrantes que lideró el derrocamiento a Mahuad. Fue arrestado por golpista y 120 días después el Congreso le concedió la amnistía.

Su participación le valió la notoriedad como para formar un partido político, el llamado Partido Sociedad Patriótica 21 de Enero, conformado. Dos años después, participó en las presidenciales.

El 24 de noviembre de 2002 ganó los comicios. Llegó a Carondelet con un discurso de izquierda y apoyado por organizaciones sociales y sindicales que luchaban por los derechos de las clases populares. No obstante, en la práctica sus política públicas fueron en la misma dirección que Gustavo Noboa, incluso en la línea de Mahuad.

Los sectores de izquierda le retiraron el apoyo tras la visita de los Estados Unidos y su coalición con el Partido Social Cristiano ante la falta de representación en el Parlamento.

Las reformas privatizadoras, los casos de corrupción, el alza del costo de la canasta familiar, su actitud dictatorial y la política económica neoliberal desembocaron en una multitudinaria manifestación con participación militar que lo sacó de la Presidencia el 20 de abril de 2005.

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