Quito, 4 de sept, (La Calle).-Con la boda de Juan David Borrero y Jasmine Tookes aparece en escena lo que representan la pobreza para las élites nacionales: un motivo de vergüenza.
Las personas sin techo, de acuerdo a Carolina Muzo, planificadora de bodas, no pueden (ni deben) entrar en la foto.
Escribo este artículo, en el preciso momento en el que el matrimonio Borrero-Tookes se da el sí definitivo en un Centro vallado por protocolos nupciales.
Los novios y sus “importantes invitados” pasearán en los alrededores de la Plaza San Francisco libre de caca de palomas, basura o desperdicios, como lo solicitó la representante Mi Boda Mágica.
Me vienen a la mente otros eventos al tenor del que se organiza en estos momentos, por ese pedido de retirar a indigentes de pórticos y sitios aledaños. Ya, en 2004, debieron ser trasladados del Centro Histórico hacia albergues, en especial uno improvisado: el edificio bautizado como La Licuadora durante los días definitivos del evento “Miss Universo” realizado en mayo de 2004.
La alcaldía de Quito y el ministerio de Bienestar Social fueron los encargados de realizar esa tarea a pedido de un alicaído gobierno de Sociedad Patriótica. Para Lucio Gutiérrez, presidente de ese entonces, el evento organizado con el apoyo de Ivonnw Baki, le permitió recibir a Donald Trump, a Ivanna y tomarse las fotos, fotos en las que tampoco debía aparecer la pobreza.
Lenín, siempre invitado
En 2013, Cristina, hija del entonces vicepresidente Lenín Moreno se casó en la Compañía con Juan Enrique Rodríguez Malo, quien luego apareciera como proveedor privilegiado de varios ministerios en servicios de limpieza institucional.
Los novios se dieron el sí en presencia de varios miembros del Gabinete. A los costados de la Iglesia, vendedores ambulantes y peatones de ocasión veían el show de levitas, fracs y corbatas de moño.
En este repaso sobre las bodas reales, cabe recordar el enlace de Daniel Mendoza en 2019 en Manta.
Poco antes el seguro candidato a la presidencia de la Asamblea, sería acusado de delincuencia organizada en el hospital de Pedernales, emprendiera la fuga y terminara en prisión. A Lenín le encantaban las bodas. Seguro. Ahora es el turno de los Borrero.
Termina la ceremonia. A los novios les ofrendan mariposas vivas y pompas de jabón, delicados fantasmas de indigentes.
(Lamentamos no poderles compartir ni una sola foto del evento, pero era una boda sin celular). Les compartimos la noticia de Diario El Universo sobre la despedida de soltero.