Quito, 21 nov (La Calle). – Cuando aún era candidato a la presidencia de la República, Guillermo Lasso indicaba que no necesitábamos los créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, cuando llegó al cargo de presidente, el Gobierno ya conversó el desembolso de USD 1.500 millones este años y USD 1.000 millones para 2022 que forman parte del Programa de Servicio Ampliado que entregó al país USD 6.500 millones en total.
“El Ecuador tiene salida. Claro que tiene una salida ¿Cuál es el camino? ¿El del pasado? De ir al FMI, eliminar los subsidios y seguir una serie de recetas que demostraron no funcionar en el Ecuador. No, ese no es el camino para mí. No es verdad que los créditos del Fondo Monetario son los más baratos. Son los más caros que existen. Te dicen que para desembolsar: tienes que despedir personal, tienes que cerrar escuelas. Al final eso genera costos sociales, políticos y económicos a la sociedad”, dijo en uno de sus discursos.
Asimismo, en otro discurso, el presidente indicó que él conversa con el FMI. “Creo que he sido claro respecto al FMI. Claro que me he reunido con ellos. Lo he hecho, diría yo, desde hace 30 años, pero no me reúno para recibir receta. Yo les doy mis recetas “.
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Los acuerdos
Sin embargo, estos discursos parecieron durar poco, ya que el FMI entregará USD 800 millones para el presupuesto general del Estado. Un presupuesto que en 2022 recortará gastos en salud y educación y que además mantiene un presupuesto de USD 210 millones para el pago de liquidaciones por despidos de servidores públicos.
Sobre ese desembolso, el ministro de Economía, Simón Cueva, dijo que “La aprobación realizada por el Directorio del FMI demuestra que el Ecuador está actuando de manera responsable, transparente y seria en su manejo económico”. No obstante, en el primer debate de la Proforma de 2022, la Asamblea devolvió la propuesta con observaciones por los recortes del rubro social que plantea el Gobierno.
