Santiago Aguilar Morán / @literatango
Quisiera decir que es una sorpresa, pero no. No se puede. Ver una nueva cadena de Lenín Moreno, ver a María Paula Romo -con su forzado rejuvenecimiento a punta de maquillaje y photoshop-, a Richard Martínez -siempre a la espera de una llamada laboral del Banco Mundial-, a Juan Sebastián Roldán -y su frustración taurina-, no sorprende por lo absurdo y desfachatado del mensaje.
Esta semana, sin embargo, han abusado de la paciencia, la lógica, y el sentido común de los ecuatorianos. Revisemos esta declaración: “Ya USD 2.500 millones llegaron de los multilaterales hace dos meses. Ahora son USD. 2000 más que ya están en el país (…) y van a venir USD 5.000 millones. Es decir, casi USD 10.000 millones”. Esperen… ¿USD USD 10.000 millones? ¿Y dónde está ese dinero? ¿Qué han hecho con esos millones?
No son ni dos casas las inauguradas. Tampoco hay escuelas, hospitales; no hay siquiera insumos médicos para enfrentar el Covid-19. ¿Dónde están esos millones que vienen del exterior?, si a los maestros no les pagan; a los servidores públicos o los proveedores del Estado mucho menos. ¿Qué están haciendo con los fondos?
“Al llegar a la Presidencia, hace ya 40 meses, dije que mi objetivo sería dejar un país mejor del que recibí”, dijo también Moreno con su insólita alegría repleta de vacíos. ¿Por qué salen risueños y felices como si hicieran algo bueno? ¿Por que su autosatisfacción? ¿el país está mejor de lo que lo encontró?
Sé que son demasiadas preguntas, pero son las que se hacen los ciudadanos que ven el estrabismo hipócrita de los medios de comunicación, que aplauden y celebran sus mentiras, que callan y levantan cortinas de humo y no se atreven a preguntar ¿qué diablos están haciendo con tanto dinero que recibieron de los organismos multilaterales?
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