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¿Por quién doblan las campanas, señor presidente? | Opinión

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Por: María Isabel Burbano / @rizossalvajes

Quito, 28 jul (La Calle).- El poeta metafísico John Donne escribió en 1624 en su libro Meditaciones en tiempos de crisis.

Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta,

porque me encuentro unido a toda la humanidad;

por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

El poema, que es aún más largo, habla sobre la repercusión de la muerte en los seres humanos, como cada hombre no es solo una pieza si no la parte de un todo, que la muerte del prójimo nos afecta y que, al final las campanas doblan por nosotros sabiendo que algún día abandonaremos este mundo.

El texto apareció también en la novela de Ernest Hemingway sobre la guerra civil española ¿Por quién doblan las campanas? (1940) y esta mañana lo he visto en el tuit de un buen amigo y también me he preguntado ¿Por quién doblan las campanas, señor presidente? Doblan por cada uno de los ecuatorianos asesinados, humillados, desempleados, desesperanzados y cansados de que las cosas en este país vayan para peor.

Doblan por los candidatos a alcaldes y otras dignidades que murieron en manos de antisociales. Por los alcaldes electos que, a pesar de las amenazas contra su vida, no pudieron contar con la firmeza y el apoyo de la Policía.

¿Por quién doblan las campanas, señor presidente? Los periodistas que han salido del país tras recibir amenazas contra su integridad, mientras usted se llena la boca diciendo que en Ecuador existe libertad de expresión y que los periodistas son tratados con respeto y altura ¿por qué miente?

Guillermo Lasso, las campanas doblan por los ecuatorianos que perecen en medio de la selva del Darien, en mitad de la frontera entre México y EE.UU. Solos, sin nadie que los ayude, todo por buscar mejores oportunidades en otro lugar porque su país ya no les provee como debería.

Las campanas doblan, presidente Lasso, por los cientos de muertos que usted y el señor Moreno han dejado en las cárceles ecuatorianas. Cabezas cercenadas, cuerpos descuartizados. Los centros de reclusión huelen a muerte y destrucción; peor aún, están en el poder de las bandas delictivas.

Doblan también por María Belén Brnal y ls más de 300 víctimas de femicidio durante su período de gobierno. Con un sistema de justicia precario, las mujeres víctimas de violencia de género no saben si ese día será el último.

¿Sabe por quién más tocan las campanas? Por su gobierno que está a punto de fallecer. Faltan tres meses para que usted deje la silla de Carondelet y el país tenga un nuevo mandatario. Si todo va bien, tendremos mejoría, si no caminaremos rumbo al despeñadero.

Reflexionemos nuestro voto, ecuatorianos porque si no los campanas doblaran por todos nosotros.