Quito, 31 ago (La Calle).- La mañana de este lunes 31 de agosto, Raúl Chicaiza, ex agente de inteligencia, ofreció una rueda de prensa virtual en la que manifestó que fue extorsionado por el Estado ecuatoriano para, en su testimonio, implicar a funcionarios del Gobierno anterior en el supuesto secuestro a Fernando Balda. Acusó de estas presiones a Julio César Trujillo, Santiago Cuesta y al mismo Presidente Lenín Moreno.
Los implicados
Chicaiza acusó a Julio César Trujillo, expresidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCSS). Dijo que él fue uno de los principales artífices de la extorsión que sufrió el exagente. Raul Chicaiza calificó a Trujillo como el “mandamás de todas las instituciones políticas”.
Trujillo y Santiago Cuesta, exconsejero presidencial, cooptaron la institucionalidad del Estado para forzar a los implicados en el “Caso Balda” a someterse al recurso de cooperación eficaz, a decir del exagente. Según Chicaiza, este perverso proceso se hizo “con el fin de presionar a que se involucre, con nuestros testimonios anticipados, a altos mandos jerárquicos, como el ex presidente Rafael Correa”.
Según la versión de Chicaiza, Lenín Moreno se habría reunido con Fernando Balda en Esmeraldas para urdir el ataque. “No hubo secuestro, hubo un pacto político”, señaló el ex agente de inteligencia. El plan habría sido instrumentalizar la justicia para promover revanchas políticas. José Serrano, ex presidente de la Asamblea Nacional, habría sido parte de este acuerdo para aprovecharlo en su disputa contra el ex Fiscal Baca Mancheno. “La política está incrustada en la justicia”, se lamentó Chicaiza.
Chicaiza calificó al programa de testigos protegidos como “una unidad de sonsacamiento con fines políticos”. Allí, el Gobierno, en alianza con la Fiscalía, presionaban y chantajeaban a los testigos para forzar determinadas versiones de los hechos, alertó Chicaiza.
Sobre el periodismo ecuatoriano
En sus declaraciones, Chicaiza también arremetió contra el periodismo. Relató sus viacrucis por tener un espacio en los medios de comunicación para denunciar los hechos. Sin embargo, no solo se topó con puertas cerradas, sino con manos extendidas, exigiendo recursos económicos a cambio de concederle una entrevista. Entre otros, acusó de este tipo de censura a Radio Democracia. “El periodismo en el Ecuador está más contaminado que la justicia”, sentenció Chicaiza. (JBS)