Quito, 4 ago (La Calle).-En las felicitaciones de Kristalina Georgieva, gerente del Fondo Monetario Internacional al Ecuador tras el acuerdo con los tenedores de bonos, resultan evidentes algunas grietas: la desaparición de empleos públicos y privados, la atomización del Estado a su mínima expresión, el cierre de empresas públicas, de negocios privados, la muerte de miles de ecuatorianos por falta de atención médica en todo el país, la represión en las protesta de octubre, la Ley Humanitaria, la de Finanzas Públicas, la flotación de los combustibles, eso por mencionar algunos vacíos.
Palmadas en la espalda
Sin embargo, Kristalina Georgieva continuó con su saludo al gobierno de Lenín Moreno, como lo reportó la Agencia Sputnik: “Felicitaciones al presidente Lenín Moreno y Ecuador por llegar a la mayoría necesaria para reestructurar sus bonos con acreedores privados. Un hito trascendental que ayudará a allanar el camino para un crecimiento inclusivo y sostenible. Esperamos profundizar nuestro diálogo sobre un nuevo programa”, dijo en su cuenta de Twitter. Y no solo eso. Como se observa en el mensaje la gerente del FMI, además se prepara un nuevo nuevo acuerdo, que Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas Ecuatoriano, asegura que está en camino. “Hay que negociar otro (acuerdo) que tiene que tener en cuenta la nueva realidad”, dijo Martínez en una conferencia virtual.
Endeudados hasta 2032 y contando
La propuesta ecuatoriana de reestructura de alrededor de 17.400 millones de su deuda en bonos global obtuvo el apoyo de los tenedores en la votación agregada en las 10 series de bonos que se canjearán. La propuesta ecuatoriana de reestructuración incluye una reducción de 1.540 millones de dólares en el capital de la deuda y duplicación del plazo de 6,1 años en promedio a 12,7 años, además de otros “beneficios”, que el Gobierno trató de presentar con una aureola de optimismo.
La propuesta también incluye un diferimiento de los intereses no pagados y acumulados, entre marzo y agosto (más de 1.000 millones de dólares) para ser pagados entre 2026 y 2030, con una tasa del 0%. El gobierno ecuatoriano espera que el canje formal de los bonos se realice a más tardar el 20 de agosto, una vez que se cumplan todos los trámites administrativos.