Quito, 15 feb (La Calle).- El exsecretario de Comunicación, Leonardo Laso aseguró que el presidente Lasso suspendió las «visitas sorpresas» a los hospitales por la falta de medicamentos.
Según el exsecretario, propuso que las visitas al hospital Pablo Arturo Suárez sean en julio y septiembre. Sin embargo, el mandatario desisitió por esta escasez. Además, reiteró que el principal problema del Gobierno Nacional es la falta de comunicación.
«Yo le dije que no importaba y que vaya. Al final, si la gente le reprocahaba algo, él podía remover al director o sancionarlo. Eso es liderar», mencionó.
También apuntó que la renovación que se da en el gabinete del mantario significó un «tanque de oxígeno». «No es posible poner un –club de amigos– a decidir la política del Ecuador, faltaba experticia y experiencia», refirió.
La comunicación, el princial fallo del Gobierno
Pipo Laso manifestó que el régimen nunca entedió el rol estratégico de la comunicación. Para el gobierno, esta solo sirve para «proteger al presidente y cultivar su imagen».
«No se trata de eso, uno tiene que serle fiel a los resultados», dijo para Primera Plana.
Se cumplió la profecía
Después de tantas insistencias, el presidente Lasso, «visitó de sorpresa» el hospital Monte Sinaí, en Guayaquil. En su recorrido, el mandatario pudo constatar que solo 171 de las 400 camas estaban disponibles para los pacientes. También fue testigo de la escasez de medicinas y la falta de médicos especialistas.
Los ciudadanos se quejaron de la demora en la atención, muchos de ellos tiene que esperar información de sus familiares en las calles. Mientras escuchaba las demandas de los pacientes, solicitó de inmediato un fármaco para una paciente diabética que lo necesitaba. Sin embargo, el medicamento no existía en el inventario.
Otra revelación de Pipo Laso
Laso aseguró que el principal objetivo de la consulta popular era la pregunta cinco. Este inciso pretendía restarle poder al Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs) en la designación de autoridades.
El exsecretario mencionó que los impulsores del referéndum esperaban que esta decisión entre en vigencia y así «evitar que el correísmo vuelva a tomarse el Consejo». (N.J.C)
