Quito, 28 abr (La Calle).- Los periodistas empiezan a tomar medidas de seguridad en el país. Dos de ellos salieron del territorio en un protocolo para preservar su vida de las continuas amenazas por la cobertura de noticias relacionadas a la violencia e inseguridad en el Ecuador.
A estos comunicadores, una de ellas la periodista de GK, Karol Noroña, el otro pidió la reserva de su identidad, se suma el periodista de La Posta, Andersson Boscán, que admitió recurrir a la autocensura para preservar su integridad y la de los suyos.
«Tiene que ver con todo en realidad, tiene que ver con una interminable cadena de amenazas que no he querido hacer demasiado públicas aunque es público y notorio las condiciones de seguridad a las que se ha tenido que someter mi familia», dijo el comunicador en una entrevista con Carlos Vera.
Añadió que las amenazas tomaron fuerza en el contexto de las revelaciones del caso Gran Padrino que involucra al cuñado del presidente Guillermo Lasso y al propio mandatario que enfrenta un juicio político en su contra en la Asamblea Nacional.
«Tiene que ver con estar saturado de una clase política en el oficialismo y la oposición que compiten por ver quien llega más bajito y más cerca del lumpen. Tiene que ver con querer no contaminar el trabajo que sigo haciendo porque sigo haciendo mi programa», añadió.
Boscán ha dejado de emitir sus editoriales en Café La Posta por la misma razón, así como la disminución de su actividad en redes sociales. Dice estar concentrado en la escritura de un libro sobre el Gran Padrino.
La libertad de expresión en el Ecuador
Aunque varios periodistas reclamaban que la Ley Orgánica de Comunicación promulgada en el gobierno de Rafael Correa era un camisa de fuerza y una mordaza para el trabajo periodístico. Es en este gobierno donde se producen serias amenazas a los periodistas que informan sobre los vacíos y la corrupción existente.
«Las fuerzas de seguridad y los servidores públicos continuaron intimidando durante este período a los medios de comunicación y periodistas mediante ataques verbales y físicos», escribió sobre Ecuador, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en su informe de medio año.
Agregaron que «la prensa ha sido duramente atacada por el presidente Guillermo Lasso. El 1 de febrero, en ceremonia de cambio de altos mandos de la Policía, el presidente fustigó a la prensa porque «confunden la libertad de expresión con el libertinaje».
A ello se suma la inseguridad, bandas delincuenciales entregando pendrives explosivos a periodistas y equipos televisivos sufriendo asaltos en medio de las coberturas. (MIB)