Quito, 16 sept (La Calle). – El flamante gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, despotricó contra el Estado varias veces, sin embargo, ya ocupa un cargo público.
«Por un lado está el Estado lagarto con hambres atrasadas que siempre busca mordernos más recursos y sacarnos más plata del bolsillo», dijo en un vídeo. Curiosamente ese Estado lagarto es quién pagará su sueldo con los recursos de los ciudadanos.
El nuevo funcionario que fue presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil tampoco está de acuerdo con los discursos de los sindicatos gremiales.
«Si ser empresario es tan maravilloso como los sindicatos creen y ser empleado es tan difícil ¿Por qué los sindicatos no se convierten en empresarios?» expresó en un debate en Hora 25.
Cumplir la ley
Arosemena ya advirtió a los campesinos que no permitirá cierres de vías como forma de protesta. Tampoco ve con buenos ojos lo que denomina la exigencia de «precios políticos» para la comercialización de productos.
“Ya es hora que en Guayas la ley vuelva a ser la ley, hay que aplicar la ley y ese va a ser un foco de trabajo, que sirve tanto para la seguridad ciudadana como para la paz social […] Los cambios no son de la noche a la mañana, pero mientras se cambian las cosas, no se puede paralizar. Un Gobierno no puede ser sujeto al chantaje porque el Gobierno representa a todos los ciudadanos y los ciudadanos lo que quieren es trabajar, producir y progresar y hacerlo en paz”.