Quito, 11 jun (La Calle).- Aparecen más pruebas que confirmarían la participación del gobierno de Lenín Moreno en las masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto) que dejaron 27 fallecidos y cientos de heridos. En un documento dirigido al agregado de Defensa de la Embajada de Bolivia en Ecuador, José Luis Frías en mayo de 2020, Ecuador solicita la devolución de material antidisturbios prestado un año antes.
“A través de la presente me permito hacerle llegar un saludo, a fin de solicitar las acciones necesarias para que podamos recibir el material CM entregado en calidad de préstamo y que fuera entregado en noviembre de 2019”, dice parte del documento.
Entre los materiales se contabilizan 5.000 granadas de mano GL-302, 2.389 proyectiles de largo alcance calibre 37 mm, 560 proyectiles de corto calibre y 500 granadas de sonido y destello para exteriores.
La masacre
Durante noviembre de 2019, protestas contra el golpe de Estado que puso en el poder a Jeanine Añez tuvieron lugar en varias comunidades bolivianas. El 15 de noviembre en el Municipio de Sacaba en Cochabamba, la violencia policial dejó 12 muertos y 125 quedaron heridos.
Según los relatos de las víctimas, muchos de los muertos y heridos en Senkata eran personas que iban a trabajar, estudiar o salían de sus casas para hacer algunas compras cuando fueron sorprendidos por la represión, informó el medio: Brasil de Fato.
Otra masacre ocurrió en la ciudad de Senkata, El Alto, el 19 de noviembre. El resultado de la violencia militar y policial mató a 10 personas y dejó decenas de heridos.
La Clínica Internacional de Derechos Humanos de Harvard realizó una investigación que demuestra la violencia de Estado en ambos lugares del país del Altiplano.
“Nuestra evaluación de lo que ocurrió en Sacaba y Senkata es que hubo masacres, así como en la zona sur [de La Paz], donde la policía ha matado personas. Hubo violencia cometida por el Estado”, dijo Thomas Becker, un abogado internacional de Derechos Humanos.