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“Nunca hubo un presidente con peor imagen que Lasso”, dice Durán Barba

Quito, 07 feb (La Calle).- Para los analistas políticos, Jaime Durán y Oswaldo Moreno el gran problema de la consulta popular fue el gran rechazo de los ecuatorianos al Gobierno Nacional. La mala imagen que se ha ganado el presidente de la República, Guillermo Lasso, durante su gestión lo llevó a perder en el referéndum. “Era algo evidente”, resaltó Durán.

Varios factores incidieron en el fracaso de la estrategia del presidente Lasso para ganar la aprobación del pueblo ecuatoriano. Para Moreno, estas elecciones eran la “crónica de una muerte anunciada” del Gobierno. El mismo hecho de juntar a las elecciones seccionales y a la consulta popular constituyen una distracción para los ciudadanos, quienes estaban enfocados en las propuestas de los candidatos en sus localidades.

“Llevar la discusión nacional en un tema  de ámbito local, eso para mí fue un suicidio”, dijo en entrevista a Radio La Calle.

La ineficiencia del Gobierno llevó a que tuviera una aceptación de menos del 10 % de ecuatorianos. “Nunca hubo un presidente con peor imagen que Lasso”, resaltó el analista Durán Barba en entrevista para la cadena internacional CNN.

El “correísmo” como adversario

Un tema complejo y preocupante para el Gobierno es la victoria de los representantes de la Revolución Ciudadana en las principales ciudades y provincias del país. En la provincia de Pichincha estará al frente Paola Pabón y en la Alcaldía de Quito, Pabel Muñoz. Mientras tanto, en la Prefectura del Guayas estará Marcela Aguiñaga y en la Alcaldía de Guayaquil, Aquiles Álvarez.

“El control de la ciudad de Quito significa estabilidad democrática. Felizmente el nuevo alcalde Pabel Muñoz es un hombre sensato y preparado. No creo que sea un extremista loco que se lance a desestabilizar al Gobierno”, recalcó Durán Barba.

Moreno enfatizó que el “correísmo” es el opositor natural a este Gobierno. Resaltó que durante la gestión de este gabinete, lo público pasó a un cuarto nivel de pésima categoría, donde no hay seguridad ni servicios. En este sentido, la gente hace una comparación y cree en que “el pasado era mejor”. (A.G.M)