Quito, 22 feb (La Calle).- El presidente Daniel Noboa está decidido a expulsar a 1.500 presos extranjeros de las cárceles del país. Según el jefe de Estado, mantener a esos reclusos cuesta más que un desayuno escolar.
Noboa cuestionó que la estancia de un preso extranjero cuesta USD 10, mientras que un desayuno para niños está valorado en 0,38 ctvs. Además, aseguró que mantiene contacto directo con el presidente colombiano, Gustavo Petro, para dejar a los presos en la frontera. Alegó que es un proceso necesario para reducir el gasto del Estado.
De la misma manera, señaló que existen artículos de la Constitución que permiten la extradición de un preso. Por ejemplo, si un extranjero cometió un delito en el país y cumplió una sentencia de cinco años o más puede ser «expulsado del país».
«Respetamos los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Vamos a seguir trabajando para que se quede así», dijo.
De acuerdo con las declaraciones del primer mandatario, su objetivo es restaurar la seguridad de los ecuatorianos. Además, permitirle a los jóvenes y niños regresar a las escuelas o universidades, que por motivos de inseguridad tuvieron que abandonarlas.
«O también velar por esa madre que no tiene idea de cómo mataron a dos de sus hijos en Nueva Prosperina. Esos derechos también debemos defender», alegó.
De varios destinos
El 10 de enero de 2024, Noboa comentó que empezará este proceso con los presos colombianos. Detalló que entre los reclusos de ese país, Venezuela y Perú suman más del 90 % de la población carcelaria. Asimismo, mencionó que con el decreto ejecutivo 110 y 111 que declaraba objetivo militar a las bandas delictivas, las fuerzas del orden tenían la misión de arrestar a estos sujetos.
Noboa explicó que cortó la luz e internet a los presos con el afán de retirar los «privilegios de esas personas». En aquella época justificó que tenían problemas con algunas cárceles porque están cerca de urbanizaciones y no podría cortar de manera directa la electricidad.