Quito, 12 de ene (La Calle). – Respecto al proyecto de Ley Orgánica de interrupción voluntaria del embarazo en casos de violación que se encuentra actualmente en debate, la asambleísta por UNES, Jhajaira Urresta, expresó que se trata de una estrategia que responde a una emergencia sanitaria nacional.
“Estamos hablando de más de 3000 niñas embarazadas a nivel nacional, y lamentablemente no tienen el amparo jurídico ni de salud por parte del Estado ecuatoriano”, explicó durante una entrevista con Radio La Calle.
También detalló que la temporalidad del proceso de interrupción del embarazo aún sigue en estudio. “Hoy la Comisión de Justicia va a volver a sesionar para articular la ley, de tal manera que no se retroceda en derechos para nuestras víctimas”, recalcó la asambleísta.
Urresta reiteró que el objetivo de esta ley es que las victimas de violación sepan que el Estado ecuatoriano y las leyes las amparan.
Detalló que la mayoría de casos de violación ocurren en territorios muy alejados de las ciudades. Por ello, explicó, las 28 semanas que se han colocado en el proyecto de Ley es para no re victimizar a las víctimas y para que tengan la oportunidad de acercarse a una casa de salud y solicitar ayuda.
“No es que a las 28 semanas el médico va a matar al bebé. El medico va a interrumpir el embarazo, lo va a sacar y colocar en una termo cuna para acceder a procesos de adopción”, mencionó.
La asambleísta explicó la importancia de leer bien los articulados, pues no se habla de aborto a las 28 semanas sino de la interrupción del embarazo.
“No queremos niñas embarazadas ni mujeres violentadas, lo que menos queremos es un país en violencia sexual y en impunidad”, manifestó.
Frente al segundo debate que se va a realizar, la asambleísta afirmó que se responderá y se defenderá cada uno de los articulados de la ley. “Vamos a responder al debate enteramente de forma técnica, de forma legal y esperamos que la sensibilidad humana y la sensatez jurídica sean parte de este segundo proceso”
También se refirió a los mecanismos de campaña sucia para eliminar esta ley que algunos asambleístas han realizado. “No podemos mezclar la religión con una crisis sanitaria y de salud pública como la que estamos llevando en este proceso de la ley de aborto en casos de violación”, recalcó la asambleísta.