Quito, 3 de oct, (La Calle).-En esta segunda parte de la entrevista con el cronista policial Jonathan Carrera habla de la alimentación de los internos y los líderes de bandas que siguen presos.
Hablabas del rol del Gobierno…
Lógicamente por todo lo que ocurre debe responder la ministra de Gobierno, ¿para qué existe un director de seguridad y policías en servicio activo si se va a lavar las manos?
Actualmente, existen guías amenazados de muerte, que de forma increíble, son obligados a servir a Guayaquil, conozco el caso. Hicieron el análisis en la SNAI y los mandaron a esa ciudad. Tampoco se dice nada sobre la prisión llamada La Roca: Está vacía. Hay que depurar toda la estructura. Ni en México, los carteles no pelean dentro de las cárceles. En las prisiones hay hambre y eso genera más violencia.
Explícalo mejor…
La gente está cansada del agua con fideo que les pasan. Se pelean por esas cosas. Un cigarrillo, un simple tabaco que por fuera vale cincuenta centavos, al interior vale cinco dólares. Un pollo asado, 80.
Si la desigualdad en las calles es terrible al interior ni se diga. Poco después de la masacre de 78 reos, yo denuncié que existía una piscina en un pabellón de Guayaquil. Es increíble.
¿Qué va a pasar con la presencia militar?
Va a calmarse los ánimos mientras estén, luego todo volverá al punto en el que estamos, es otro capítulo del juego del gato y el ratón.
¿Y los líderes de las bandas?
Los líderes son intocables. ¿Para qué los identificaron si finalmente nunca los trasladaron?, otra pregunta sin respuesta.
Ningún jefe de banda ha aparecido en canales o en redes, a ellos no les interesa ser visibles.
¿Qué líderes siguen presos?
Fito de los fatales, Junior de los Águilas y el jefe de los Lobos, que no recuerdo el nombre. Los Tiguerones están adscritos a los Lobos, aunque a veces trabajan para los Choneros. Ahora ya no quedan “Choneros puros”, pues están a punto de cumplir sus sentencias. Es lógico, alguien con una sentencia de 34 años prefiere seguir en prisión, solo le interesa vivir cómodamente. Un pabellón le representa a un jefe de banda entre 2.000 o 3.000 dólares diarios por venta y comercialización de productos prohibidos. No necesitan salir.
Los indultos tienen sentido. Así se luchará contra esta forma de vida al interior de los pabellones.
Audio completo.