Por: Diego Álvarez
Quito, 22 may (La Calle).-El COVID-19 y las medidas de confinamiento han generado un escenario precario para la protección de los derechos de las niñas en Ecuador, las consecuencias más alarmantes son: embarazo precoz, agresiones físicas, verbales y psicológicas.
«Se han agravado los factores de riesgo de abuso de los derechos de las niñas y se han deteriorado los factores de protección. La falta acceso a mecanismos de denuncia, pérdidas de vínculos sociales y sistemas de protección debilitados, genera un contexto aún más desfavorable para las niñas», dijo la directora regional de la ONG Plan Internacional Américas, Débora Cobar, para la agencia Sputnik.
Cifras alarmantes
Ecuador es el segundo país con la más alta tasa de embarazos en adolescentes, tan solo superado por Venezuela. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del país (INEC), el 50% de los egresos hospitalarios en niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años está relacionado con el embarazo, parto y etapas posteriores.
En Ecuador, el 64% de los casos de agresiones se presenta en menores de 18 años. Los embarazos tempranos se dan en niñas menores de 15 años. A diario, 7 niñas de entre 10 y 14 años dan a luz como consecuencia de una violación. En la mayor parte de los casos, el agresor pertenece al entorno cercano.
Un estudio de Unicef del año 2017, encontró que dentro del grupo de mujeres que fueron madres en Ecuador con menos de 15 años de edad, el 73,5% tenía solo educación básica. Tan solo el 25,5% contaba con bachillerato.
Una de las causas de este problema social son los patrones culturales que profundizan la violencia. A la mayoría de las niñas que no van a la escuela se les otorga un rol de cuidado y de oficios domésticos.
Rossana Viteri, directora del Plan Internacional Ecuador, asegura que con un aporte mensual de USD 10 se puede lograr que los niños mantengan sus estudios.
