Quito, 16 dic (La Calle).- La fecha era 26 de noviembre de 2021. Ana Dávila y su esposo arribaron al aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Habían realizado un largo viaje desde Egipto.
En ese momento, la variante Ómicron pululaba entre los países de África y ya se reportaba un caso en Asia. La pareja atravesó El Cairo, Estambul, Amsterdam, Panamá y Quito. Al llegar al aeropuerto no les solicitaron ni realizaron una prueba PCR para ingresar al territorio nacional.
«Lo único que me hicieron llenar fue una hoja de pasajero donde tenías que reportar si tenías algún síntoma, tu dirección, los países donde estuviste los últimos 15 días. Nos pidieron el carnet de vacunación. Se llenaba una hoja por familia», explica esta ciudadana a Radio La Calle.
Tres días después, Guillermo Lasso, presidente del Ecuador, anunció la prohibición de ingreso a pasajeros desde África. No obstante, las autoridades ya sabían de Ómicron por lo que una PCR y seguimiento a los viajeros era necesario desde antes de la prohibición.
El virus
El esposo de Ana perdió el sentido del gusto al día siguiente de su regreso. Ambos se realizaron el examen y resultaron positivos para COVID-19. Tras la respuesta, ella reportó el caso al Ministerio de Salud (MSP).
«Me realicé la prueba en un laboratorio privado. Me preguntaron la razón de la prueba y les comenté del viaje. Preguntaron a dónde fuimos. Cuando los resultados dieron positivo me llamaron para recomendarme reportar al Ministerio de Salud por la nueva variante», explicó.
Solo gracias
Cuando Ana llamó y les explicó la una respuesta fue «gracias por avisarnos, si se siente mal vaya a un Centro Médico». Ella insistió sobre su estadía en Egipto y la nueva variante y preguntó si no necesitaban observación y otra clase de pruebas. «Me volvieron a dar las gracias».
Al terminar el aislamiento y visitar al doctor para el chequeo, éste les indicó que una secuencia y análisis podían determinar si la variante era Ómicron, Delta o cualquier otra. El procedimiento que el MSP realizó con el que sería el primer paciente con la variante, reportado el 14 de diciembre.
Ana y su pareja viajaban con 100 personas más que pudieron contagiarse de COVID-19. En muchos casos, pacientes asintomáticos transmiten el virus sin saber que lo padecen. Sin el control y seguimiento respectivo surgen dudas de si el ingeniero que llegó desde Sudáfrica e hizo escala en Panamá es en verdad el primero en traer la Ómicron al Ecuador.
Además, los funcionarios del MSP deben realizar seguimiento y control si los pasajeros que llegan de África y Europa, la variante está ya en Reino Unido y Alemania, reportaron un caso de COVID -19. Acción que en el caso de Ana no se realizó.