Quito, 28 sep (La Calle).- El expresidente Lenín Moreno considera que es víctima de una «persecución política implacable» por recuperar la democracia en el Ecuador. Así lo anunció durante una conferencia en el Museo de la Diáspora Cubana de Miami, Florida, en Estados Unidos.
(Izquierda ecuatoriana) «me la tienen jurada. Una persecución implacable, muy poco me suelo dejar yo, con actos siniestros que me he cansado de reclamar y denunciar, sin ningún resultado. Ellos controlan aún innumerables espacios de poder y van ganando terreno de forma calculada», expresó el exmandatario.
Moreno reiteró que recibió una «emboscada» al llegar a Carondelet. Acusó nuevamente a Rafael Correa y su «farsa del socialismo del siglo XXI» de entregarle un país en ruinas. Sin embargo, resaltó que su gobierno fue «renovador» y que al finalizar su mandato «cambió la historia» con una «feliz realidad».
Finalmente, apuntó que para restaurar la democracia no se podía satisfacer todas las necesidades y exigencias de las clases populares.
«Cuando hay que recomponer la democracia no se puede engolosinar a un pueblo, no se puede satisfacer todo lo que el pueblo exige y gastar el dinero del Estado», mencionó sin ningún reparo.
¿Persecución política?
Moreno tiene que responder a cinco investigaciones que están siendo procesadas en su contra. Tras un año y dos meses de dejar el cargo, es investigado por la Fiscalía.
Entre los procesos que vinculan al exmandatario se encuentra el delito de peculado en referencia a 150 piezas patrimoniales de propiedad del Estado ecuatoriano, sacado a la luz pública por Radio La Calle.
Así también, Moreno estaría relacionado con la investigación en el caso Ina Papers, caso de corrupción en el reparto de hospitales, una denuncia por delitos de lesa humanidad durante el paro nacional de 2019 y un proceso judicial internacional iniciado por Bolivia sobre una posible entrega de municiones de guerra.
