Quito, 5 jun, (La Calle).-Lesa Humanidad. Es lo menos que se puede decir, luego de las revelaciones de que el pasado gobierno ecuatoriano participó del Golpe de Estado boliviano de noviembre de 2019 contra Evo Morales.
El apoyo nacional a ese régimen “golpista” y ahora cubierto de sospechas de lavado de dinero, fue a través de la donación de gases lacrimógenos y balines.
La revelación apareció en Diario La Razón de Bolivia y fue posible tras la detención del exministro de gobierno de Añez en los Estados Unidos, Arturo Murillo, quien fuera detenido en Miami.
Murillo, como lo recoge el portal Plurinacional, es uno de los responsables de las masacres de Sacaba y Senkata, en Cochabamba y El Alto, donde fueron acribillados cerca de 40 ciudadanos y heridos cerca de 800, así como más de 1.500 encarcelados sin debido proceso.
Ya se conocía de la participación de diplomáticos de Brasil, Argentina, de la Unión Europea y Reino Unido (con sus embajadores derechistas), de EEUU y de obispos católicos integrantes de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).
Según el diario boliviano, los golpistas mandaron un avión a Ecuador, para que Moreno entregue materiales para reprimir a los bolivianos.
Ministro detenido
“El exministro Arturo Murillo había vendido a la presidenta Áñez en el gabinete y al propio ministro de Defensa Fernando López una situación de necesidad extrema de la Policía a tal punto, que pidió un vuelo especial de Bolivia a Ecuador porque habían logrado les presten gases lacrimógenos y estopines de goma”, informó en la red Uno.
Murillo y otras cuatro personas fueron detenidos en Estados Unidos por lavado de dinero y pago de sobornos.
Los gases lacrimógenos fueron comprados a través de un intermediario, lo que también fue forzado como parte de la trama de involucrados en la corrupción.
